 |
Tenía muchas ganas de leer a Nadine Gordimer ya que es escritora ganadora de un premio Nobel pero me he llevado una decepción tremenda. Cogí este libro con expectativas de aprender un poco sobre el apartheid en Sudáfrica a través de la ficción pero la verdad es que no me ha aportado nada sobre el tema. No dudo que la autora haya incluido muchos extractos hechos para la reflexión sobre el tema y que, a su manera, haya hecho su crítica personal a través del libro, pero debido a su narración, se me ha hecho muy difícil de digerir y sacar algo en conclusión con respecto al tema. La autora utiliza el monólogo interior como modo de narración. Nos encontramos ante una aglomeración de pensamientos apenas separados los unos de los otros ni indicados por signos de puntuación. En algunos casos se hace casi imposible distinguir qué piensa el protagonista y, cuando al final llegas a entender, este cambia totalmente de tema y se pasa a otra cosa. Este estilo ha sido muy popular entre algunos autores innovadores al principio del siglo XX, pero para mí solo supone una narrativa caótica totalmente incomprensible en algunas páginas. Lo único que he sacado en claro es que el protagonista, un señor blanco que me ha caído fatal, es dueño de una finca a la que va a pasar los fines de semana. Este señor está divorciado (no me extraña) y la relación con su hijo es muy distante. Luego están los trabajadores de su finca que, obviamente, son negros. El resto del libro es la vida de este hombre, sus trabajadores y las relaciones con los indios de la localidad y luego descripciones super exhaustivas sobre la finca y los juncos, y el hecho de que un hombre aparece muerto en la susodicha finca. del apartheid, solo puedo sacar en claro las relaciones entre ellos, la supremacía blanca como era de esperar y la diversidad de idiomas como el inglés, el afrikaans y otros locales. Es cierto que hay muchas metáforas y temas a tratar que he leído en algunos análisis de la obra y supongo que es lo que hace esta obra merecedora de tantos premios. Desafortunadamente, para mí no han sido tan fáciles de distinguir y solo la puedo resumir en una lectura bastante tediosa que me ha costado muchísimo acabar. |
>
