Hay libros que te cambian, que no esperabas que te fuesen a golpear y después, te duran tanto que cuando los has olvidado, lo probable es que el que hayas cambiado seas tú. Leí La Escala de los mapas cuando era joven y la impresión me duró años. También cuando había olvidado ya su contenido, sus palabras o lo que no contaban sus palabras. Tengo miedo de volver a abrir sus páginas, de leer que la música no está en las notas, sino entre las notas y que saber qué significa o que significaba para mí. ¿Y si vuelvo y ya no me impresiona? Y si lo leo y me cansa, me aburre y lo dejo. Y si no soy el mismo que era. |