El dilema

Como suele ser habitual en el género y se menciona en el argumento, todo comienza con la aparición de un cadáver que se descubre, si no accidentalmente, de forma bastante curiosa puesto que el protagonista estaba convencido de que no sería así, tanto que hasta se llevó a su hija y a varias personas más de su entorno como si fueran de excursión al bosque.

Conforme avanzan las indagaciones, en lugar de ir aclarándose, los acontecimientos empiezan a complicarse bastante y el cadáver del joven universitario no será el único en aparecer. Poco a poco también iremos conociendo el entorno familiar y laboral de Nick (de lo más interesante este último) y veremos cómo las personas más cercanas al protagonista se ven involucradas de alguna manera en las muertes que se van sucediendo, lo que incrementa aún más la tensión y no solo para el protagonista sino también para el lector, que sin duda disfrutará haciendo cábalas continuamente.

Será porque esperaba menos (autor desconocido, una primera novela…) o porque los thrillers legales (tal vez porque pertenezco al gremio) me resultan la mayoría de las veces "americanadas" con mucha acción, mucho golpe de efecto y mucha fórmula trillada, pero lo cierto es que esta novela me ha gustado mucho, tanto como para alegrarme el saber que el autor ya está trabajando en un segundo libro. La trama es inteligente, está muy bien planteada y urdida, su lectura es amena, los personajes son interesantes y por encima de todo, la historia desprende autenticidad y realismo.

No puedo dejar de mencionar que hay un par de giros de lo más sorprendentes, de los que literalmente te dejan con la boca abierta y que como es obvio no voy a revelar, lo único que diré es que los personajes de este libro son de todo menos predecibles.

Por otra parte es de agradecer que el libro no se quede en un simple juego de entretenimiento para ver quién es el asesino, la trama va mucho más allá y plantea cuestiones de gran relevancia sobre temas muy variados como son el dolor por la pérdida de un hijo, la rehabilitación de los delincuentes, la justicia, la ética, la legalidad…

Quizá y siendo un poco quisquillosa, la historia a veces resulte un poco repetitiva probablemente por estar narrada por el a veces "neurótico" protagonista, pero curiosamente hasta se agradece porque no hay en ningún momento necesidad de volver atrás en la lectura con esa sensación tan desagradable que acarrea caer en la cuenta de que se ha perdido el hilo argumental.

La resolución de la trama de los asesinatos es impecable, en consonancia con los hechos pero sin dejar de sorprender al lector en ningún momento. Otra cosa sería el final en cuanto a las historias personales de los personajes, tal vez demasiado complaciente y cerrado, demasiado atado para mi gusto, sobre todo si tenemos en cuenta que sus historias continuarán en una siguiente entrega.

A pesar de que se podían haber evitado ciertas reiteraciones o de ese final tan atado en lo que a las historias personales se refiere, esta primera novela de Lee Goodman se lee con mucho gusto, entretiene, consigue involucrarte en la lectura, y al acabar queda la sensación de haber leído un thriller legal de los buenos, que no es poca cosa.