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En su mayor parte, disfruté de esta historia. La relación que Desi compartió con su padre fue acertada. Tengo que admitir que me gustan los K-dramas y eso ha ayudado bastante y me encantan los aspectos culturales. Hay muchas similitudes entre las culturas del este y el sudeste asiático, por lo que muchas de las formas de vida de Desi resultan familiares. Sin embargo, sus niveles de ser una fanática del control superaron con creces los de cualquier persona que conozco o he conocido. Ahí es exactamente donde se produjo la hilaridad. Una parte de mí se sentía incómoda con lo que eso significaba en términos de manipular a los demás. Sin embargo, dado que esa es toda la premisa del libro, se esperaba, así que dejé pasar mi incomodidad. Además, debes admirar esa cantidad de dedicación para lograr un objetivo. Por mucho que el libro me hizo reír, los personajes no fueron particularmente memorables. Desi era Miss Perfect, y Luca era un interés amoroso genérico e incomprendido. Dado que la historia se basaba en clichés, esperaba que los personajes superaran eso. Lamentablemente, no lo hicieron. |
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