La historia triste de un hombre justo

Ángel González Olmedo, el autor, nos lleva a un trasunto del S.XVII español donde la música es el hilo conductor de la historia. Y también es una crítica a las clases gobernantes y la Sociedad española del pasado y del presente.
Desde le principio, el lector se dará cuenta que el autor nos hace viajar a un mundo fantástico, el cual está basado en su estructura en la España de los Austrias, más concretamente la de Felipe IV, el Siglo de Oro español, donde el pueblo está sumido en el miedo al poder de la Iglesia y los poderes fácticos representados por la Nobleza, así como bajo el influjo de las supersticiones y la falta de cultura, la cual la Iglesia, en cualquier época, trata de potenciar para de este modo seguir manteniendo su poder y preponderancia.
Por otro lado, trata de explicar cómo la música puede hacer variar las sensaciones y el estado de ánimo de las personas, e incluso todo un Pueblo o País. Con ello nos pone a nuestro alcance las diferentes teorías que afirman o estudian la música de las esferas, o cuerpos celestes, que además poseen la cualidad de dominar la vida en la Tierra. Apuntando a su vez la importancia de la Física y las Matemáticas a la hora de estudiar la Música como ciencia, pues en muchas culturas se emplean números para la notación musical mientras se está componiendo. Además de hablarnos de una determinada composición, o forma de componer, que nos hace subir al cielo de la armonía debido a que sus notas guardan una simetría perfecta para el oído humano.
En sus páginas critica también a la Sociedad que potencia la falta de cultura de sus habitantes, porque de esta manera pueden engañarlos y sumirlos en una vida falta de derechos y llenas de supersticiones. Así hacen ver que la vida sin estudios es más sencilla, cuando es al contrario, amén de asegurarse la obediencia absoluta y ciega.
De la misma manera que critica a la Iglesia, como institución, por estar al lado del poderoso y el dinero, también lo hace sobre los políticos y gobernantes, los cuales únicamente miran por su beneficio y el de sus amigos, y no por el bienestar del pueblo, aunque hagan creer lo contrario a sus conciudadanos. Y a esto hay que añadir que la mayoría de las veces los que ocupan los puestos de poder y preponderancia en los gobiernos y empresas lo hacen, no por su valía, sino por su capacidad de medrar adorando, o siendo los palmeros y sumisos soldados de sus amos.
Asimismo, intenta enseñar la importancia de la humildad y amistad en contraposición de la arrogancia de los poderosos e inútiles presuntuosos. Ya que, de esta manera, amén de respeto, se aprende a valorar cada logro y a cada persona, siendo estas enseñanzas válidas para saber que siempre habrá alguien mejor que tú.
Cambiando de asunto, censura a la sociedad actual por su hipocresía y poco valor para enfrentarse contra las injusticias, y contra los sistemas de gobierno, que, aunque parezcan que dan poder al Pueblo, únicamente lo quieren para perpetuar en el mandato dos estilos en principio diferentes, pero que al final están dominados por los poseedores del dinero. Igualmente critica determinado tipo de periodismo, o una determinada manera de hacer o dar noticias, y programas de televisión, de los cuales hace burla o chanza de algunos de los personajes que habitan las ondas hertzianas.
Y a todo ello, hay que sumar que incluye muchas enseñanzas científicas entre sus páginas.
Por todo lo dicho, y por aunar con tan buen tino la fantasía con la Historia real e incluso la ciencia ficción, la novela es muy recomendable. Incluso al lector le hará reflexionar sobre su situación en el mundo.

En esta historia empezaremos a conocer a nuestro protagonista, Dragos Corneli, y un poco su historia. Dragos es un bardo que es buscado por más de diez años, por un delito que cometió en Ísbar. Pero tras unos acontecimientos sucedidos en Palacio, será bienvenido a su tierra natal. Diré de él que dista mucho de ser un héroe, por decirlo de alguna manera, al uso, creo que es más un antihéroe, el cual me ha encantado.

Nos encontramos con una historia de fantasía, donde el mundo creado, es una delicia. En Ísbar veremos reflejos del siglo de oro español, con un fondo steampunk, donde sus descripciones te harán vagar por sus calles. La combinación de estos elementos como trenes de vapor, al igual que el vestuario y las armas de la época, hacen una ambientación impecable.

Como punto fuerte, destacaré el sistema de magia que se utiliza. Ya que surge de la música y de sus escalas. Donde los bardos o domines, son los únicos que saben utilizarla y representarla, al igual que manipularla. He de decir que este sistema de magia, me ha parecido de lo más curioso y original. Creo que Ángel ha sabido explicarlo de una forma muy lógica que, aunque las explicaciones son bastante técnicas, no se hacen muy pesadas.

Misterio, aventura, venganza y magia, es lo que encontrarás, pero a medida que avanza y conoces a distintos personajes, no podrás preguntarte hasta que punto es real o imaginación, por parte de nuestro protagonista y acompañantes.

Reconozco que la parte que más he disfrutado, es su final, el último tercio de la novela, donde llegas a un ponto que realmente te engancha y te costará dejar el libro. Ya que el final, cuando piensas que se ha resuelto todo el misterio, te encuentras con uno mayor, donde querrás saber que sucede en una próxima publicación.
Con respecto a la forma que está escrito, diré que me ha gustado, a forma de crónica de héroe. Donde veremos todo a modo de espectador, a través de los ojos de nuestro protagonista. El cual también nos hace partícipes de sus vivencias, cuando nos realiza alguna explicación o nos puntualiza algo, de forma más directa.

Se podría decir que, lo que menos me ha gustado, son los títulos de los capítulos. La verdad, hubiera preferido que solo fueran numerados. Ya que, aparte de ser extensos, te indican de lo que te vas a encontrar en el capítulo en cuestión. Perdiendo, de alguna manera, el efecto sorpresa de cara al lector.

Aunque en su conjunto la historia que se nos cuenta, me parece una maravilla, creo que es una lectura que hay que tomarse con calma. Ya que, por poner una pequeña pega, hay vocabulario en castellano antiguo, y este pequeño detalle, me ha ralentizado la lectura. Pero a su favor diré que, al final del libro, encontraréis un pequeño glosario donde se explican todas las terminologías, las cuales son de fácil comprensión.

Obviamente es un libro que voy a recomendar, pues creo que puede gustar a más de un lector de fantasía. Aunque como he dicho anteriormente, creo que es un libro que hay que cogerlo con calma y disfrutarlo.

Para finalizar, agradecer tanto a Babelio, con su iniciativa masa crítica, como al autor, Ángel González Olmedo, y a la editorial, Red Key Books, el envío de este ejemplar.

Antes de comenzar con la reseña quiero agradecer a la iniciativa #masacritica por el envío del ejemplar.

Dragos Corneli es un bardo proscrito, uno de los más buscados por un delito que cometió once años atrás. Pero un suceso acontecido en el palacio de Ísbar hará que contacten con el para investigar una serie de crímenes que están teniendo lugar entre los muros del palacio.

Con esta premisa nos metemos de lleno en una historia de fantasía que me ha dejado con la boca abierta. Ísbar es una ciudad con reminiscencias al siglo de oro español, pero con una esencia steampunk descrita de forma que te parece estar paseando por las calles transitadas por la "germanía" y los palacios de los "pisaverdes"; combina elementos como la ropa de época o las armas, como la ropera, con elementos propios del steampunk, como trenes de vapor, por poner un ejemplo.

La trama gira entorno a los asesinatos cometidos en el palacio y la investigación me ha resultado muy interesante e intrigante. Es un caso que está muy bien llevado, que te mantiene pegada a las páginas mientras acompañas a Corneli por las calles de Ísbar buscando pistas.

Un punto a destacar es el sistema de magia. En esta historia, la magia surge a través de la música y las escalas musicales; es por ello que los ejecutores de este poder son llamados "bardos" o "domines", dependiendo de si pertenecen o no a la iglesia. Me ha parecido un sistema muy original y, además, el autor lo explica de forma lógica y científica; es un sistema con sentido, lo que lo convierte en una magia más impresionante. Además, las explicaciones, a pesar de ser bastante técnicas, no se hacen pesadas y resultan comprensibles.

También quiero enfatizar lo mucho que me ha gustado la forma en la que está narrado, como una crónica de las andanzas de su protagonista, donde somos testigo de los sucesos a través de sus ojos; e incluso rompe la cuarta pared para dirigirse hacia el lector y explicar algunos detalles.

Es importante decir que algunas palabras que aparecen están en castellano antiguo, pero al final del libro hay un glosario donde las explican todas y, además, no es algo exagerado y se entiende perfectamente, sin resultar pesado.

Por otra parte, el final me ha encantado y dejado con ganas de más, no puedo esperar a leer la segunda parte y saber qué va a ser de Dragos Corneli.

En general, una historia de fantasía con un worldbuilding completísimo y un sistema de magia complejo y lógico basado en la música. Si os gusta la fantasía, no podéis dejarlo pasar.

Reconozco que nunca había leído una novela con elementos steampunk aunque sea un universo que haya explorado en otros ámbitos. Sin embargo, encontrármelo tan bien engarzado con ese Siglo de Oro español (en un mundo inventado, pero de clara inspiración al respecto) ha sido una sorpresa tan grata que, bajo mi punto de vista, convierte “La historia triste de un hombre justo” en una obra colosal con muchísimas posibilidades por delante. La fantasía que crea Ángel González Olmedo es completamente genuina y de una profundidad asombrosa. La densidad de información que nos ofrece puede abrumar si se busca una historia ligera; sin embargo, cada palabra y reflexión que aporta en su libro son claramente fruto de un extenso trabajo que nos transporta a un universo que, con esas raíces históricas, logra una atmósfera inédita y cuidada al detalle.

Dragos Corneli, hidalgo y bardo de Tierrafértil, lleva años viviendo como proscrito de Ísbar, la ciudad-estado más importante del mundo. Cuando se le reclama en el palacio imperial para llevar a cabo una delicada misión, no duda en acudir en pos de su título y su perdón. A lo largo de su investigación conoceremos las peculiaridades de lo que supone ser un armonizador (y especialmente uno de la talla de Dragos), así como sus verdaderas motivaciones en un contexto muy vigilado por las autoridades civiles, pero, especialmente, por el Santo Oficio.

En primer lugar, debo destacar la atmósfera tan cuidada que consigue el autor, hasta el punto de que en algún momento pudiera parecer que estamos realmente leyendo a un escritor del Siglo XVII. El vocabulario que maneja, florido y arcaico, es simplemente perfecto e incluso cuando inventa términos y los intercala con otros propios de esta época, despiertan la misma evocación y no desafinan dentro de un constructo tan cuidadosamente tejido. En este sentido, la obra tiene un humor especial, una gracia sarcástica que se transmite perfectamente a través de este lenguaje que, en boca de personajes lenguaraces y dados al insulto fácil, en ningún caso resulta vulgar ni ordinario. Por otro lado, la novela tiene un trasfondo muy claro de crítica social a través de reflexiones que merecerían una reseña aparte (muy destacables los pensamientos acerca de la justicia y la venganza) y esa sátira que reacomoda, de manera soberbia, instituciones actuales y de la España de la Edad Moderna, para presentárnoslas de forma descarnada.

Por supuesto, la propia historia funciona muy bien, mantiene una intriga típicamente detectivesca y política a través de esta pluma densa que nos sumerge en un mundo de palacios, tuercas, fanatismo religioso y, sobre todo, instrumentos musicales. El concepto de armonización y la composición de escalas que desarrolla el autor resulta simplemente explosivo. Conseguir explicar el funcionamiento de lo que pudiéramos considerar magia (o cómo incidir en el tejido de la realidad) a través de la música es algo magistral y se apoya en profundos conocimientos sobre esta disciplina, pero también sobre física (he podido detectar esbozos clave de la Teoría de Cuerdas pero también del Multiverso, etc). Creo que, gracias a sus espléndidas explicaciones (completadas con dos anexos al final del libro) y a esa ambientación histórica que nos resulta tan conocida, el escritor consigue acercarnos la fantasía a nuestra realidad de una forma que no había visto hasta la fecha. Únicamente queda añadir que tengo muchas ganas de disipar algunas de las incógnitas que deja tan latentes el autor como las escalas que compone el fascinante señor Corneli.

Misterio, aventura, venganza o magia son algunas cosas que puedes encontrar en este libro, y que se combinan dando lugar a un libro que merece ser leido por diversos lectores, en especial aquellos que disfrutan del género de fantasía.

La historia comienza con Dragos Corneli, el protagonista, volviendo a la tierra de Isbar, pero… ¿por qué regresar a una tierra de la que huyó hace once años? ¿por qué volver a un sitio en el que no le queda nada?. Mediante una carta le han ofrecido devolverle su título, hacienda y libertad, a cambio de resolver un misterioso ¿asesinato?. Durante la investigación y aventura que implica, Corneli contará con la colaboración de algunos amigos y un niño. Estos le acompañarán al tiempo que se nos muestra el carácter de las gentes de Isbar, tanto de la “nobleza”, como de la gente de calle. Además conoceremos la lucha constante de poder y ansias de venganza.
Pero al llegar al final descubrirás que el mayor misterio aún no se ha resuelto.

La magia de este mundo, así como las habilidades del protagonista están íntimamente ligadas a la música, al sonido e incluso al silencio. Este punto me ha encantado en la obra, me parece muy original y compleja la estructura mágica que crea el autor, haciéndote dudar de la realidad. No he leído ningún libro que presente y defienda la música como magia del modo que se presenta aquí.

La forma de hablar, en todo el libro, tiene ese toque antiguo del siglo en el que está ambientado. Conozco a algunas personas a las que esto les molesta, personalmente yo lo disfruto mucho, siempre que no esté demasiado exagerado. En este caso fue perfecto, salvo en un par de ocasiones que me parecieron algo exageradas.

En cuanto al ritmo de la trama es bueno, la obra tiene tres partes y aunque tiene tramos descriptivos no resultan pesados. En mi caso he de decir que aunque disfruté de su lectura, hasta casi dos tercios del libro no me encontré en el punto de no poder soltar el libro.

Los personajes me han gustado bastante, sobre todo el principal, creo que es un personaje complejo y bien construido, misterioso, serio, fuerte e inteligente. de este personaje me quedo con un recuerdo especial en lo que yo denomino como fases de docente. Te entran ganas de conocerlo más profundamente.

El final es muy interesante, ya que cuando crees que ya se ha resuelto el misterio, te deja en otro mayor, que te lleva a querer saber qué sucede después, y por consiguiente engancharte a la saga.

Como aspecto que no me ha gustado tengo que decir que el título de los capítulos no es de mi gusto. Los capítulos van acompañados de un título o subtítulo que indica de qué va a tratar el presente capítulo, por ejemplo: Capítulo 1 Que habla de la llegada de don Dragos Corneli al cerco de la ciudad de Isbar. Mi problema con estos títulos es que me hacen desconectar de la trama y suponer o analizar qué puede suceder a continuación. Tampoco es un problema muy grande, a partir del octavo capítulo procure hacer ojos ciegos al título y ya.

Agradezco la oportunidad y privilegio de haber leído este libro, a masacrítica y la editorial, así como al autor por crear una historia tan atrapante.