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No puedo evitar comparar Una novela de barrio con Las calles de nuestros padres, del mismo autor. Aún teniendo el mismo estilo, inevitablemente, que es además un estilo muy, muy atractivo desde el punto de vista de la novela negra española y que a mí me encanta,... son dos novelas muy diferentes. Una novela de barrio es tan barriobajera, misteriosa, excitante y adicta como la tambien comentada, pero en mi opinión flojea con una trama menos elaborada y da la impresión de haber tenido un proceso literario (creativo) menos cuidado e incluso más rápido; cuatro capítulos más con un par de giros argumentales ideados con perspicacia (además de un poco más de cariño y dedicación a la hora de dar vida a sus protagonistas) tal vez hubiera colocado este libro más próximo en calidad de obra al (de nuevo) título tambien nombrado en esta reseña.
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