Grito nocturno

La protagonista de la historia, Teresa, es propietaria de una librería sobre ocultismo y terror cuya única clienta parece ser Matilde, una joven extrovertida que idolatra a Teresa por la creación del fanzine “Grito nocturno”. Quizás para amenizar su anodina existencia, Teresa decide vestirse de bruja e invocar a un demonio, que resulta ser Laura, un demonio de aspecto humano que ya pidió en anteriores invocaciones que la enviasen a Japón, puesto que es una otaku y quiere practicar su japonés. Laura puede conceder un deseo a quién la invoque, pero Teresa no sabe qué pedir…

Las tres parecen mantener una extraña amistad (por llamarlo de algún modo), y desde ese punto de vista podría parecer una historia sencilla, pero de fondo nos encontramos con un misterio: en su ciudad llevan desapareciendo misteriosamente desde hace un tiempo algunas jóvenes. Y, en un determinado momento, aparecerá el fantasma de una de las chicas desaparecidas con intenciones dudosas respecto a nuestras protagonistas…Aún así, la atención de la historia se centra más especialmente en la dificultad que tiene Teresa para salir de su aislamiento y dejar que otras personas entren en su vida (cosa que la aparición de Laura hará cambiar) y en el olvido, que hace que perdamos a las personas que nos importan sin darnos cuenta, por el simple paso del tiempo.

Aunque se trata de una obra independiente, parece que Borja González tiene dos obras anteriores ambientadas en el mismo universo que no he leído, así que trataré de hacerme con ellas para dar más sentido a la historia. Aún así, me ha resultado una lectura interesante, y resalto muy especialmente el dibujo y el uso del color.