Rey blanco

Más allá de si tiene o no final, esta tercera parte (o quinta según inspiración divina del autor) es, en líneas generales mucho mejor que la anterior.
Tampoco era tan difícil.

Pero me llaman poderosamente la atención dos cosas:

La primera es la mejora repentina de su prosa, sintácticamente hablando, sigue siendo el autor y se le reconoce, pero le han pasado la lima, le han quitado las impurezas, errores, incluso muletillas. Vamos que el editor ha trabajado en lo suyo.

La segunda es el postureo de Jurado con aquello de que Antonia y Jon están en manos del lector.

Muy bien Juan, ya que preguntas, no, no quiero que continue la saga, es suficiente.

El problema es que, no gustándote esta respuesta, no deberías haber realizado la pregunta y voy más allá, hecha, has de respetar los noes, ya sé, las ventas mandan.

En cuanto al libro, el ritmo es trepidante, el autor engancha y entretiene, esto lo sabe hacer muy bien, pero en su rompecabezas hay varios vacíos.

Dudo que sea demérito y por una vez sí creo que es planificado...huele a precuela...al tiempo...

Eso o que nos salga por peteneras, introduzca algún personaje de otro de sus libros y diga que llevaba trabajando la idea de su septualogía 14 años. No colará Juanito.

Saltos aparte (me recordó a Dan Brown y su saltito en Ángeles y demonios) el madrileño tiene un que sé yo, que atrapa, hace que sus libros se devoren y es excelente en tensión narrativa. al César lo que es del César.

Ahora bien, con respecto a Antonia, no le sabe sacar todo el potencial y le sucede con muchas parejas en sus libros, uno siempre se le queda cojo. A Marco Antonio, lo que es de Marco Antonio.

Buen libro, aquí si sentí que formaba parte de una trilogía, White es un villano brillante y donde aparece sube el pan.

No es necesario leer El paciente para esta entrega (ni para ninguna otra) aunque esa lectura aporta mucho sobre el perfil de White.

Notable como thriller individual, como cierre...
El perro del hortelano.

PD. Esta reseña fue escrita mucho antes de que se publicara Todo arde.
Estoy por montar un gabinete de futurología.

Rey Blanco es un buen final a la serie, la verdad que después de loba negra andaba yo con precaución y sin demasiadas esperanzas, pero el final es bastante redondo, aunque Antonia Scott se me queda un poco descafeinada, pero no se hace tan pesado de leer como el anterior. No añado más porque hay millones de reseñas del libro y tampoco voy a aportar nada nuevo,

PARA QUIEN: Amantes de thriller
LO MEJOR: El villano
LO PEOR: Leerlo demasiado rápido... y otra cosa que pasa y me callo por no destripar el libro...

Bueno, pues llegamos al final de una trilogía, que para mi gusto creo que ha sido un cierre genial pero que también creo que el autor puede tirar mas y mas y crear algún libro mas con estos personajes tan geniales.

De los tres libros que forman la trilogía, creo que este ha sido el mejor, una trilogía que ha ido de menos a más, una historia que no te deja respirar porque no dejan de pasar cosas a cada capítulo que va pasando.

No voy a contar mucho, ya que es una tercera historia y no voy hacer spoiler de los anteriores, solo diré que me ha gustado el ritmo que lleva, al igual que los libros anteriores, los capítulos son cortitos, y se leen de una manera fantástica, y haciendo que quieras seguir sin poder parar.

En esta parte, conocemos más a nuestra protagonista Antonia, conocemos mas a fondo sus problemas, y su historia, algo que me ha gustado ya que en los libros anteriores su vida pasa muy por encima. La relación entre Antonia y Jon, me ha encantado, cada vez mas, el humor que tienen entre ellos pero sobretodo, la amistad y los lazos tan fuerte que forman, cuidándose entre ellos y protegiéndose.

Conoceremos a más personajes que en los libros anteriores salen muy poquito, pero que en este tiene muchísima importancia, entre ellos Sandra, y el Señor White.. personajes muy fuertes en esta trama, que llegaras a odiar o quizá te encantarán.

Añadir que en los tres libros, esta presente siempre Sabina, haciendo alusiones al cantante y también con alguna cita de sus letras, algo que me ha parecido muy original.

Conclusion: novela y trilogía que obviamente recomiendo a los amantes del thriller, que te dejara con ganas de seguir conociendo a estos personajes tan maravillosos!

Un par de años después de terminar Loba Negra, decidí que ya no podía dejarlo pasar más. Me encantó que tenía los 4 libros anteriores en la cabeza y con un mínimo repaso volvía a tener las piezas en mi poder pero me faltaba colocarlas bien.

Para ello me ayudé de Antonia Scott y Jon Gutiérrez, que son dos protagonistas de los que se quedan, de los que no se olvidan y de los que nos encantaría poder acompañarlos en más casos. Sin duda, uno de los puntos fuertes de la “trilogía” son estos protagonistas y un villano que ya nos encontramos en El paciente y que nos persigue hasta el último de los cinco libros de la imagen, y que no nos dejará indiferente.

Reseñar un thriller es muy complicado, porque puedes contar poco, porque a la mínima que destacas algo o pones algún pero a la trama puedes dar indicios de cosas así que no lo haré. Solo diré que, como los anteriores, cada capítulo te lleva a querer, o más bien necesitar, leer el siguiente. Que cada página está teñida con tensión y emoción. Y que me parece un cierre correcto a esta serie de libros, aunque nos deja con ganas de más Antonia y Jon.

En conclusión, para los amantes del género, Antonia y Jon no pueden faltar en tu biblioteca.


Frases destacadas.

“El mundo es mucho más fácil cuando eres idiota, porque una de las bendiciones de serlo es que no sabes que lo eres”

“La justicia no es satisfacción, es la verdad en movimiento. Porque la primera es imposible, y la segunda es su trabajo”

“Más importante que mantenerse vivo, es mantenerse humano”

Con «Rey blanco» se da por finalizada la trilogía que comenzó con «Reina Roja», pentalogía si contamos «El paciente» y «Cicatriz». Aunque la historia principal queda cerrada, el autor deja la puerta abierta a una posible continuación.

Si has leído «Loba Negra» sabes que finalizó con uno de los protagonistas metido en un buen problema, «Rey blanco» comienza justo en ese punto.

La obra es muy dinámica, adictiva y fácil de leer. Antonia y Jon están en serio peligro en numerosas ocasiones, y eso nos mantiene atrapados.

Cuando conocemos a Antonia ella ya es la Reina Roja de España, ahora vamos a descubrir cómo llegó a serlo. Nos enteramos también del pasado de Sandra Fajardo, una de las villanas. Los secretos que afloran aclaran las cosas y permite al autor darle a la historia un cierre redondo, aunque deja una puerta abierta a futuras aventuras de los protagonistas.

Al principio pensaba que no me iba a enganchar, porque no recordaba algunas cosas de las entregas anteriores y andaba un poco perdida, pero enseguida me metí en materia y quedé totalmente atrapada. Tardé en ponerme con esta entrega, a pesar de tener el libro en casa, por culpa de un gracioso que me destripó una parte. Por suerte no me avanzó tanto como yo creía, pude cortarlo a tiempo.

Encontramos mucha acción, peligros y traiciones, pero también lealtad. Antonia va a tener que esforzarse para atar todos los cabos y mantenerse serena cuando el pasado aparezca para golpearla.

Jon sigue en su línea, ni estando en peligro es capaz de dejar de proteger a su compañera. Hay algunas partes divertidas gracias al carácter de Jon y sus intentos de espabilar a Antonia.

No es una lectura complicada aunque sí muy adictiva, cumple la función de entretener y hacernos pasar un buen rato y también nos da lo que esperamos encontrar al adquirir la obra.

Me lo he pasado muy bien con la lectura, es cierto que algunas cosas se adivinan pronto, pero tiene unos cuantos giros inesperados que te mantienen pegada a la novela.

Ya tengo en casa «Todo arde» y espero ponerme pronto con la lectura. Quiero ir a ciegas, así que desconozco si guarda relación con esta serie o no. Ya os lo contaré cuando la lea.

Si os gustan los thrillers adictivos sin demasiadas complicaciones, esta es una buena opción. Os animo a darle una oportunidad, pero comenzad, a ser posible, por «El paciente».