Loba negra

Segunda entrega de las aventuras de Antonia Scott, tras Reina roja también en este blog, donde sigue su búsqueda de su némesis el Señor White y su acólita Sandra Fajardo.
En esta ocasión todo empieza con el levantamiento del cadáver de una mujer en el Manzanares que podría haber sido Sandra Fajardo, y así poder poner fin en su cabeza al anterior caso. Pero sin embargo es enviada a Marbella para encontrar a Lola Moreno, la mujer de un mafioso ruso y confidente de la policía que ha sido asesinado.
En Marbella nos encontramos con toda una galaxia de familias mafiosas, en la cual destacan los rusos. Y con el devenir de las páginas obtenemos la organización de la mafia rusa.
Como ya pasara en la anterior entrega, Antonia demuestra sus capacidades aunque esta vez el consumo de químicos al que se somete para que el exceso de información no la sobrepase, está haciendo mella en su cuerpo. También observamos cómo poco a poco Antonia va derribando sus muros para mostrarnos su mundo interior con Jon como catalizador.
Respecto al trabajo de la policía hacía estas organizaciones mafiosas se enfrentan con escasos recursos, pero obtienen buenos resultados contra ellas, mientras que los mafiosos tienen gran cantidad de activos. Así encubren sus actividades delictivas bajo el paraguas de miles de empresas situadas en paraísos fiscales que complican a los agentes del orden.
Dentro del argumento de la novela encontramos lo que le sucede a los chivatos. y/o sus familiares, dentro de cualquier organización mafiosa o en la misma cárcel. Aunque en esta ocasión tenemos a una mujer luchadora y superviviente, Lola, que es capaz de arrojarse en brazos de sus enemigos para conseguir sobrevivir.
Por otro lado conocemos uno de los métodos de eliminación que utiliza la mafia rusa, la persona la cual llaman da título a la novela, como último recurso contra un objetivo difícil de matar o que no quieren que quede rastro sobre su asesino. Es decir un asesino de élite dentro de una de las organizaciones más poderosas del Hampa actual.
En cuanto a Antonia, vemos una evolución desde el comienzo de la novela hasta el final de la misma que la hará comprender mejor como funciona su privilegiado cerebro, y también a la Sociedad con la ayuda de su Pigmalión vasco, aun con la batalla que lucha contra su adicción a los químicos, que la ayudan a relajarse para filtrar mejor la información, que poco a poco va superando.
Dentro de la novela nos seguimos encontrando varias referencias al maestro Sabina, unidas a guiños hacia la cultura Pop y la Movida madrileña, como pueden ser Radio Futura o Los Secretos, junto a continuos homenajes a los cuentos, ahora considerados infantiles, cada vez que tenemos noticias de una de las protagonistas, Lola. Y como la vez anterior con un final inesperado.
La novela, al igual que la anterior, es altamente adictiva e intrigante, con unos protagonistas que serán referentes de los thrillers en los años venideros.