Espía de Dios

Novela que ha sido un éxito internacional y que se ha publicado en nada más y nada menos que 42 países, vendiendo más de un millón y medio de ejemplares, lo que ha convertido Gómez-Jurado en uno de los escritores españoles más internacional del momento junto a Ruiz Zafón y Javier Sierra.
Si para empezar y como he dicho anteriormente, os digo que Juan Gómez-Jurado me ha ganado para la causa literaria de sus libros, ya os voy adelantando que el libro me ha gustado bastante y es que no puedo negar, que el comienzo fue eléctrico, vertiginoso. No sabía de que iba el libro aún y en sus primeras 25 páginas ya habían fallecido 3 personas y amenazaban con no ser las últimas. Parecía que iba un paso por detrás del autor y tenía que ponerme al día con la lectura (no os asustéis, mis palabras no significan que el libro sea un caos, simplemente que la acción es tan trepidante al comienzo que yo al menos necesitaba un claro para ordenar mis ideas y saber en que me estaba metiendo).
Quizás mis impresiones anteriores las sepa explicar mejor si os digo que los finales de los capítulos invitan a leer más y no ser capaz de dejar la lectura en ese instante, por ello cuando paraba de leer para bajarme del bus, corría a encontrar otro lugar donde seguir leyendo. Una cosa es segura, en un verano con mucho trabajo y con una vida social bastante ocupada, , este libro es el que más rápido he leído de los últimos que he devorado. Además ha sido todo el libro, no ha decaído en ningún momento y mi interés por él, ha sido siempre el mismo, lo que ya nos dice mucho.

Qué os vais a encontrar los que os acerquéis a este libro. Sin lugar a dudas acción, secretos a voces, como son los de la iglesia, la CIA, una critica encubierta y a la cara al Vaticano y aunque el asesino desde un principio sabemos quien es, iremos descubriendo poco a poco que la trama va más allá que atrapar al criminal Víctor Karoski... y por supuesto miedo, sentiremos miedo, al menos yo lo sentí, no pude evitar pensar que pasaría si lo tuviera delante, imaginar su modus operandi y estremecerme, ya que algunos capítulos o hechos del libro, no son actos para personas con estómagos delicados y alérgicos a la violencia llevada a limites elevados.

Lo reconozco, he sentido miedo y eso que por mi trabajo, me enfrento todos los días a situaciones y personas en circunstancias limite, donde mantener la calma muchas veces es fundamental para salir de ellas con cierto éxito.Pues a pesar de todo esto, al miedo le siguió la angustia, como os lo digo, en un fragmento del libro me vi cubriendo a la inspectora al entrar en su casa, fue increíble, la tensión se palpaba y me temía lo peor al pasar la siguiente página. Esto lo consigue el autor con unas descripciones cortas pero directas, sin describir mucho, el escritor nos presenta unas lineas duras, de una crudeza en algunos momentos que hace tambalear conciencias y es imposible ser parcial. todo ello con un manejo de los tiempos para mi perfecto, nos da información, a veces nos parece que mucha, y de repente nos muestra otra via de escape en la que nuestros argumentos construidos con la pistas dadas anteriormente no sirven para nada por lo que crece en nosotros el misterio y las ganas de saber más.
Como podéis comprobar, hasta el momento, la trama es de categoría pero, y los personajes, están a la altura. En mi opinión si, aunque en mi quizás se quedan un escalón por debajo de la trama, al menos me ha llegado más la historia que los personajes, aunque sus vidas son de lo más interesantes y con un pasado que les dotan de un carácter y un interés loables, en algunos momentos llegué a perder la empatia con ellos, todo debido a que en esta novela también hay sombras, pequeños detalles que han hecho que no logren mi máxima calificación, pero que no deben impedir disfrutar de un libro con el que no habrá que hacer mucho esfuerzo para gozar de él.

Las sombras de las que hablo, son por ejemplo, según mi humilde opinión, un abuso repetitivo de una tensión sexual no resuelta por parte de los protagonistas, unas pinceladas no están de más, pero todo el libro es pasarse, me he quedado con las ganas de poder ver la foto de la inspectora Paola para ver si merece la pena el juego de gallitos de corral al que nos acostumbran los personajes masculinos a lo largo del relato y con ello no quiero que mi comentario se convierta o sea tomado por machista, pero me parece exagerado el sentimiento que despierta la chica, porque si ya de por sí, ella se muestra como una chica brillante, no puedo por más que reconocer que al estar en su posición debe de serlo y lo demuestra a lo largo del libro, pero todo comienza antes de conocerla realmente, por ello pienso que debe haber un factor físico tremendo.

Dos rasgos menores con los que argumento las sombras del libro, son ciertas frases absurdas que rompen para mi gusto, el magnifico estilo con el que nos deleita Gómez-Jurado, os pongo un ejemplo "Escuchar el nombre de Robayra en la grabación despejo sus dudas como un pedo de borracho despejaría el te de las cinco en Buckinghan Palace. Brutal, sucia y eficazmente.", creo que ahí se paso de rosca buscando un símil, me quede pensando más en la dichosa frase, que en el contexto en la que estaba enmarcada.
Para finalizar mi alegato de fallos según siempre mis gustos, diré que me rechinan las palabras en otros idiomas dentro de un guión de nacionalidades idénticas. Se supone que los protagonistas son italianos y aunque leemos la novela en castellano, sueltan palabras en italiano de vez en cuando, quizás con ese estilo se remarquen más ciertos propósitos en la novela , pero a mi me sienta igual que por ejemplo en la película de la Pantera Rosa, todos los franceses hablan igual menos el inspector que habla con acento francés.

Para finalizar con con algo positivo, decir que su lectura me ha traído magníficos recuerdos de mi visita el año pasado a Roma y a la ciudad del Vaticano, las cuales no pueden dejarte indiferentes, igual que leer este libro, que ha reafirmado aún más mi opinión sobre el mundo interno del vaticano como país, pero por mi propia seguridad no comentaré por miedo al Cuerpo de Vigilancia del Vaticano jeje.



Concluyendo, dejo claro que el libro me ha encantado y me deja con ganas de leer las otras obras del autor para comprobar si son igual de adictivas como esta.

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