No hace mucho que empecé a leer literatura rusa y debo confesar que tengo cierta debilidad porque he descubierto que es de mi total agrado. Esta obra en particular está cargada de humor y crítica social conjugada de manera magistral, ya que no es una historia de humor, sino todo lo contrario la vida gris, apática y triste de un hombre que no tenía nada, ni abrigo, ni amigos, ni ambición, ni nada, incluso sufría de lo que hoy sería un bullying laboral o mobbing, un ser que de pronto la necesidad lo llevo a buscar una solución a su problema y al conseguirlo cambió su ánimo llevándolo a realizar actos nunca antes hechos lo cual le da un momento de felicidad y luego a su total perdición. Luego viene un giro fantasioso inesperado que le da el toque justo para cerrar con broche de oro.
|