Tristísimo, sin que tenga ninguna similitud desde el punto de vista literario me hace acordar al viejo y el mar justamente por lo triste que me resultó. Es un relato sencillo, a pesar de que transcurre a mediados del 1800, es muy fácil empatizar con su protagonista y es por eso que a mi particularmente me conmovió. Es una buena opción para iniciarse en la literatura rusa, con un exponente fundamental como Gógol.
|