No me llames loca

“Lo que quiero pedirte es que sepas manejarte bien en la vida, Que seas consciente de cuáles son tus obligaciones, que cuentes hasta diez antes de tomar decisiones comprometidas, que busques siempre la mejor solución, que intentes no romper la baraja, pero que, llegado el momento, nunca dejes de lado la posibilidad de plantarte, dar un paso al frente y hacer saber a todos que tú ser es solo tuyo.”

Hoy os traigo una novela histórica que me ha resultado fantástica.
Nos encontramos en la Barcelona de principios del siglo XX, en una situación de conflicto continuo entre la restauración y la Mancomunidad, entre sindicatos y patronal, un paisaje que se convierte en el escenario de la guerra sucia entre unos y otros, más tirando de los unos que de los otros, de esos unos cuya única pretensión era conseguir su cuota de poder y mantener su situación económica, cayera quien cayera.

“- Miguel, pareces no entender. He dicho que cualquier acción será aplaudida. Se trata de acabar con la chusma. Ese es el objetivo. El procedimiento es lo de menos. ¿O acaso ellos no se saltan las leyes cuando les viene en gana?¿Por que el Estado debería actuar de manera distinta?. Si dudamos sobre lo que se debe o no hacer, serán ellos los que acabarán con el actual estado de cosas. Ellos, solo ellos, son los que quieren liquidar la ley, Miguel. Y de nosotros se espera que sepamos defenderla con los mejores medios que tengamos a nuestro alcance.”

Una situación en la que los ricos seguían disfrutando de sus prebendas en los grandes despachos, en sus lujosas casas y en sus fabricas, mientras los pobres debían buscarse la vida, conseguir los derechos laborales de los que hoy disfrutamos… y cuando la cosa no salía bien, pasaban de sus “pequeños cuchitriles” a las insalubres cárceles en las que la vida valía menos que nada.

“Hambre, frío, reuma y soledad. No merecía tanta pena mi delito”.

Y en esta situación de tensión palpable nos encontramos con Julia, la hija de uno de los empresarios preeminentes de la época; una mujer cuyo futuro, como el de todas las mujeres de su tiempo, era únicamente casarse y dedicarse a su marido, sin ninguna ambición más, sin ninguna expectativa respecto a su vida o al desarrollo de su “espíritu” mas allá de lo socialmente establecido como “lo adecuado”.

“No es malo dudar, querida Julia. al contrario. Mi experiencia me dice que hacerlo es la mejor manera que tenemos para acercarnos a nuestra verdad. No creo en las evidencias absolutas. No existen, salvo en la cabeza de aquellos que quieren tiranizarnos. Para enfrentarnos a la vida y a los problemas no hay nada mejor que hacerlo con la actitud del escéptico, aquel que manifiesta su duda o está en desacuerdo con lo que en general es aceptado como verdad.”

Pero Julia tiene una aliada, su abuela, una mujer que a pesar del tiempo en el que le tocó vivir consiguió llevar una vida feliz y completa y cuyo único “error” fue la forma de educar a su hijo, un error que no piensa cometer, ni dejar que se cometa con su nieta.
Enriqueta se empeña en sembrar en la mente de su nieta una idea que, probablemente, a muchas de nosotras hoy en día nos parezca una perogrullada, pero que en aquel momento estaba fuera de cualquiera de las motivaciones femeninas.
El hombre mandaba, ya fuera esposo o hijo, y las mujeres servían únicamente para procrear, a ser posible, un heredero que diera continuidad a la familia y, por tanto, al apellido. Y Julia va aprendiendo y va ganando cierta cuota de poder en esa familia con la ayuda de su abuela, pero es una cuota limitada y por ahí, la protagonista, no está dispuesta a pasar.

“Es curioso que ya esté llamada a quedar siempre en un segundo plano, con independencia del hombre que le toque en suerte, sea el marido o el hijo. Y lo malo es que no es una excepción. Ocurre de manera ineludible. El problema, por tanto, no es que la esposa o la madre sean de tal o cuál manera, tengan más o menos habilidades, estén mejor o peor preparadas; tampoco lo es que el marido o el hijo sean más o menos condescendientes. Lo peor es que la mujer, solo por el hecho de serlo, nada puede hacer, a la espera de lo que el hombre decida. Y eso no me gusta, Arnau.”

Y hasta aquí puedo leer, porque la historia de Julia es una historia que debe leerse con atención, para ser disfrutada.
Esta historia en la que los personajes reales se pasean de la mano de personajes nacidos de la mano del autor componen una imagen perfecta de la España de aquellos años convulsos, de las presiones y de las decisiones que era necesario tomar, a veces con una edad a la que muchos de nosotros aun estábamos empezando a vivir bajo el paraguas de una sociedad que nos trata, o al menos lo parece, tratarnos como iguales. Una historia en la que las mujeres ricas tenían problemas para seguir sus ambiciones, pero mucho menores que la que tenían aquellas que no tenían absolutamente nada.
Estamos ante una novela profundamente feminista, una novela que es un homenaje a las mujeres de entonces y a las de ahora, una novela en la que, además se rinde un culto especial a los libros y al conocimiento de las mujeres a través de estos. Una novela en la que conoceremos la Biblioteca de la mujer y a aquellas primeras promociones de la Escuela Superior de Bibliotecarias.

“Todas las que estamos detrás de esta iniciativa pensamos que la mejor manera de ayudar a rebajar las tensiones sociales es a través de la formación de las mujeres. Mientras no nos podamos valer por nosotras mismas, siempre estaremos a expensas de nuestros maridos.
- Y para ello es necesario que el saber y la educación lleguen a cuántas más mujeres, mejor, independientemente de cuál sea su origen- añadió Enriqueta.”

Una novela que nos habla de lo que hoy llamamos “sororidad” de esa relación de solidaridad y apoyo entre las mujeres, que les sirve para hacerse más fuertes. de las relaciones entre clases que, pueden llegar a ser inexistentes debido únicamente a la fuerza del cariño y la relación, a menudo de mero consentimiento (tampoco existía otra opción), entre las amantes y las mujeres “oficiales” de los hombres importantes de la sociedad.
Una historia que habla del amor, de la pasión y de la amistad, pero que habla sobre todo del amor por unos ideales y, por encima de todo ello, del amor por uno mismo.
Con una ambientación exquisita y unos personajes fuertes aun en sus debilidades que no hacen más que buscar afanosamente su futuro, el autor nos regala una novela llena de pasiones, de aventuras, de amistades y de traiciones. Una novela que no deberíais dejar pasar.

“El leer, como todo en la vida, requiere dedicación y voluntad al principio; una vez que lo has probado, pasa como con el pastelito que nos acabamos de comer o como el paseo o el rato que estamos juntas. Lo necesitamos. Y el placer de la lectura está abierto a cualquiera que desee sentirlo, con independencia de cuál sea su estado.
- Pero las mujeres casadas no tienen tiempo. Lo acabas de decir.
- Yo leía de pequeña, como tú. Leí estando casada y leo ahora. Y tú también lo harás si quieres.
- Pues ayer, cuando ya estaba en la cama, vino papá a darme un beso, me quito el cuento de las manos y me dijo que tenía que prestar más atención a cómo pone la mesa el servicio y a cómo usa Amalia la máquina de coser. Que de mayor me casaré con un señor muy guapo y tendré que dedicarme a él, tal y como hace mamá.”

En un ambiente de crisis, tanto económica como política y social, se desarrolla esta historia en Barcelona entre los años 1904 y 1923.
Me ha parecido el retrato perfecto de una familia acomodada de esta época, donde vemos el papel de la mujer, la poca importancia y nula voz que tenían, sometidas en casa a los padres y maridos y donde esta mal visto querer ser independiente, estudiar e intentar valerse por si misma.
El libro esta contado en tercera persona y dividido en cuatro partes y junto a la familia Queralt-Robuster, nos adentramos en el ambiente de una Barcelona inestable, con pobreza y mucha desigualdad, donde se esta viviendo una guerra sucia entre los anarquistas y los sectores empresariales, donde aparecen los sindicatos y tenemos personajes reales y hechos que sucedieron en esos años, como el fracaso de la guerra de África, la modernización de las fabricas, los diferentes cambios de gobierno y las manifestaciones y protestas. Tenemos conspiraciones y personajes que juegan a dos bandas, es un continuo movimiento de acción-reacción entre ambos bandos llevado de forma muy amena y que no se hace para nada pesado tanto dato histórico, de hecho, me ha parecido muy interesante ya que desconocía bastantes detalles de la época. Esta todo muy bien mezclado, pasando de un ambiente a otro.
Al principio tengo que decir que me costo un poco la lectura, pensaba que iba a estar más centrada en Julia y la verdad es que trata mucho más. Tenemos secretos, traiciones, las infidelidades por lo visto es algo normal entre los matrimonios de estos años, donde la mayoría son concertados o por intereses.
He llegado a odiar a Estanislao, ese padre incapaz de querer, débil de carácter y mas pendiente del que dirán y de las apariencias, que en toda su vida no pensó mas que en su disfrute y placer. Julia me ha gustado mucho, aunque en ocasiones me ha parecido algo fría, actúa sin saber muy bien sus motivaciones, aunque es una joven valiente, que se rebela contra la sociedad y las normas sociales. Enriqueta me encantó, con sus enseñanzas y cariño hace de Julia una gran mujer y ese misterio que le deja a modo de herencia me ha tenido intrigada hasta las últimas paginas. Los personajes secundarios me han parecido entrañables, ese hermano Arnau y esa mejor amiga que es Ines y toda la gente buena de la pensión.
El final me ha dejado con ganas de más, me ha sorprendido que terminará así, me ha parecido algo apresurado, he echado de menos un epilogo o algo más, ya que me quedaban algunas paginas para finalizar el libro y para mi sorpresa eran de datos históricos.
En resumen, me ha parecido una buena historia, centrada en una familia aburguesada en medio del ambiente barcelones de principios de siglo XX , donde esta muy bien reflejado el ambiente y las costumbres de la época. Con personajes reales y ficticios y que me ha parecido muy interesante y lo recomiendo.

Barcelona, primera mitad del siglo XX. Julia es la hija mayor de un matrimonio de familia acomodada. Desde pequeña, y aun siendo la hermana mayor, es educada sabiendo que no será ella quien herede la fortuna y la empresa de su padre, sino su hermano pequeño quien en un futuro heredará toda la fortuna paterna.

Pero Julia será educada por su abuela en la idea de que no sea una mujer conformista y le anima a estudiar en la escuela de bibliotecarias de Cataluña.

Toda esta historia familiar se entremezcla con los hechos históricos reales por los que atravesó Cataluña a principios del siglo XX entre trabajadores reivindicando sus derechos laborales en torno al anarquismo.
"No me llames loca" es el estreno en la narrativa del periodista y escritor Josep Maria Girona, y lo hace con una obra en la que da voz a una mujer de primeros del siglo XX, cuando precisamente, la mujer solo era sujeto de dar a luz a los hijos del marido y las labores domésticas.

Al día de hoy, la mujer aún está lejos de alcanzar la igualdad ante el hombre en la sociedad. Esta lucha por los derechos femeninos comenzó en el siglo XVIII, pero en el marco histórico de esta novela que comienza en el año 1904, la mujer distaba aún mucho de la mujer actual del siglo XXI.

La protagonista principal es Julia, y la conoceremos en su primera infancia, al abrigo de una familia acomodada, conservadora y religiosa. El pecado de Julia es el haber nacido mujer en una época donde la sociedad patriarcal impedía a la mujer luchar por sus sueños, siendo su futuro en muchos casos un matrimonio de conveniencia.

La época en que se desarrolla la novela da para multitud de historias y la gran mayoría de ellas están vinculadas a la opresión de la mujer y el patriarcado. En "No me llames loca", Josep Maria Girona resalta este hecho. Y nos damos cuenta de la injusticia de la que la mujer era víctima. Julia, a pesar de ser la primogénita, no tendrá derecho a recibir en herencia la empresa de su padre, sino que es su hermano cuatro años menor que ella el heredero por el hecho de ser hombre.

"No me llames loca" es un claro reflejo de la sociedad de principios del siglo XX. al finalizar sus páginas, el autor nos adjunta una nota histórica con la que nos pone en contexto real con la época en una Barcelona en crisis, llena de revueltas entre trabajadores y empresarios, donde los primeros reivindicaban sus derechos laborales. También podemos encontrar la bibliografía que Josep Maria Girona ha consultado para documentarse y situar a los personajes en un entorno histórico real.

Podríamos decir que el tema principal de la novela se centra en las trabas que la mujer de la época encontraba a la hora de hacerse escuchar. El sueño que le alentó la abuela de Julia fue estudiar y formarse para trabajar en la Biblioteca Popular de la Mujer de Cataluña. Entre abuela y nieta se formó un vínculo muy bonito, gracias a ella, Julia luchará por abrirse camino en una sociedad manejada por los hombres.

Otros temas también tienen cabida en la historia, como la distinción entre clases sociales, el amor, las relaciones fraternales y la lealtad. Me parece increíble la práctica habitual de gran parte de los hombres burgueses casados, los cuales tenían una amante reconocida de la que estaban encaprichados, mientras a su mujer la tenían en casa para tener a los hijos y cuidar del hogar. Y lo más increíble es que la esposa, en gran parte de los casos sabía la existencia de la querida de su marido incluso en algunos casos, ambas se conocían.

Los personajes son muy reales y coherentes con la historia. Salvando las distancias con la mentalidad de cien años atrás, he logrado empatizar con la protagonista, así como también me he enfadado con reacciones de otras mujeres de la novela.

"No me llames loca" es una novela, las historias que la conforman son ficción, enmarcadas en unos hechos históricos reales. Aquí nos encontramos a personajes reales del mundo de la política como el general Primo de Rivera o el gobernador Martínez Anido. La historia de Julia podría ser real perfectamente, una de tantas contadas por cualquier abuela que vivió en esa época.

En resumen, "No me llames loca" es una novela que me ha encantado, con un encuadre histórico real, en el que la protagonista lucha por cumplir sus sueños en una sociedad patriarcal. Una novela con un gran secreto familiar que afectará el futuro de sus protagonistas.


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Nos encontramos en Barcelona a principios del siglo XX. Julia es la primogénita de la acomodada familia burguesa Queralt-Robuster. Arnau, que nació unos años después, es el destinado a heredar la empresa y demás bienes de la familia. Entonces, ¿qué le queda a Julia? Pues su padre Estanislao lo tiene claro: casarse bien. Vamos, ser lo que se dice una mujer florero. Sin embargo, su abuela paterna, doña Enriqueta, no comparte la opinión de su hijo. Ella es una mujer cultivada y hará todo lo posible para dar una educación a su nieta.

La novela se sitúa en un período histórico convulso (¿y cuál no lo es?). Los conflictos entre los trabajadores y los empresarios son continúos, la crisis política, económica y social se hace notar, las guerras de África, los problemas en las fábricas, las condiciones laborales de los trabajadores... En esta ocasión conoceremos el conflicto desde el punto de vista de los poderosos. Estanislao es uno de los más preeminentes empresarios de la ciudad y de su lado conoceremos la actuación de la patronal ante las reivindicaciones de los trabajadores y del sindicato CNT. Podríamos decir que en la novela hay dos tramas que se entremezclan: una hace referencia a la situación social y política y otra a la historia de Julia. Entre una y otra nos haremos una idea cabal de la situación social, política y económica de la Barcelona del primer cuarto del siglo XX.

“No me llames loca” es una novela de personajes entre los que destaca Julia Queralt-Robuster. Una joven inteligente y muy culta, apasionada de los libros que sueña con ser bibliotecaria. Gracias a ella conoceremos a esa primera promoción de bibliotecarias. Pero también mucho más: el papel de las jóvenes de familias acomodadas, esas mujeres educadas para llevar una familia y aumentar el poder social de sus maridos. Unas mujeres que no tenían voz ni voto, ni en la sociedad ni en sus propias familias. Pero Julia no es así, su abuela Enriqueta tampoco lo es. Enriqueta ha sido mi personaje favorito, incluso más que Julia.

La novela plantea muchos temas a través de diferentes subtramas que confluyen en la dos principales. Por ejemplo, nos habla de la educación: la general, que se recibe en las escuelas, y la que recibimos en la familia. Enriqueta es un claro ejemplo de esta última: ella es una mujer cultivada a quien su marido dio cierta libertad; no obstante, no consiguió educar a su hijo Estanislao en ese respeto por la esencia de la mujer y se duele de ello. Por eso, porque ve en su nieta Julia las mismas ansias que tenía ella y porque sabe que su hijo no le va a permitir volar, ella está siempre ahí para apoyar a Julia en todo intentando que consiga ciertas parcelas de poder. También nos habla la novela de esos matrimonios apañados y de las infidelidades que muchas veces traían consigo, de secretos familiares, de amistad entre gentes de diferentes clases sociales, etc… Cada tema da lugar a una subtrama perfectamente engarzada en la principal.

La mayoría de los personajes que pueblan la novela son ficticios, lo mismo que los hechos principales. Pero algunos personajes secundarios y los hechos de fondo son reales y unos y otros se engarzan como las piezas de una cadena.

Es un narrador en tercera persona quien nos va contando los entresijos de la historia, focalizando en los diferentes personajes aunque sobre todo en Julia, su protagonista principal. El autor combina bien la narración con el diálogo, aunque quizás con más preponderancia de la primera que del segundo. Los personajes están bien caracterizados, pareciendo reales.

Conclusión final

Es cierto que es una historia que ha sido contada en varias ocasiones. Lo que la hace especial es el punto de vista que adopta el autor ya que es más frecuente que el conflicto se vea desde el lado obrero que desde el lado burgués, y la forma tan bonita que tiene Josep María Girona de contar las cosas. Una novela con muchos matices, con unos personajes potentes (sobre todo Julia y doña Enriqueta) y un amor por los libros centrado en Julia y la escuela de bibliotecarias. Os la recomiendo.

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