Conquistar el cielo

Leyendo el argumento de Conquistar el cielo, pensé que me hallaba ante una de esas novelas llamadas de crecimiento, en que veríamos como estos jóvenes iban madurando a lo largo del tiempo. Pero lo cierto, es que esa fase de “niños”, dura muy poco, es breve en la novela, porque enseguida nos lleva a unos cuantos años más adelante, si bien es verdad que vuelve atrás para mostrarnos algunos sucesos que marcaron su vida y han hecho de ellos lo que son hoy. Pero poco se nos contará de sus veranos adolescentes.

Conquistar el cielo es, entre otras cosas una novela de amor, la historia de Teresa y Bern. Si habéis leído a Giordano, ya sabéis de antemano que no va a ser una historia fácil, porque por grande que sea su amor, va a estar plagado de circunstancias adversas que ya les marcarán desde muy jóvenes, por más que sea ese primera mor que es imposible olvidar y que tendrá numerosos vaivenes a lo largo de la novela.

Pero es también una historia sobre la importancia de la familia, de los lazos familiares. Porque Bern, Tomasso y Nicolás no son hermanos pero viven como tales, pues Tomasso y Bern fueron acogidos por el padre de Nicolas. Una familia sin duda peculiar, casi una secta con una concepción de la religión peculiar que llevan a la práctica en su relación con sus hijos.
Esos lazos de hermanos, por más que no sean de sangre, marcarán también su vida y sus destinos, porque la familia es sin duda algo muy importante para ellos, aunque solo sea porque no tuvieron a sus verdaderos padres.
Como importante es para Teresa el tener un hijo, algo que la naturaleza parece querer negarle.

Al tiempo, es también un canto a la naturaleza, a esa agricultura sostenible y biológica que intentan llevar a cabo en la finca en la que vive la familia de los tres hermanos. Una lucha por la ecología que también marcará sus destinos.


Enfrentarse a una novela de Paolo Giordano supone de antemano el enfrentarse a un conflicto de pasiones, a una novela en la que los sentimientos de los personajes son lo más importante. Unos sentimientos impregnados de un cierto toque trágico.
Conquistar el cielo no es la excepción. Sus personajes son lo más importante, sus conflictos, sus pensamientos, su evolución a lo largo de la historia, su interacción con el mundo que los rodea.
Por eso, no es una simple historia de amor lo que va a contarnos en esta novela. Junto a ella hay conflictos, religión, política, concepciones diferentes del mundo, de la economía, de la sociedad…
Todo ello hace que Conquistar el cielo sea una novela que merece la pena leer, pues al hacerlo nos obliga a reflexionar sobre nuestra propia vida, sobre nuestro sentido de las relaciones familiares y mil y un otros detalles.

Si te gusta ese tipo de novelas, no te pierdas Conquistar el cielo.
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