La bruma verde

Al principio de la novela tenemos dos tramas. En una de ellas, la alta ejecutiva Lola Freixido viaja al Congo en busca de su amiga Beatriz Arriondas. Beatriz es cooperante y ha sido secuestrada. Lola y el padre de Beatriz, militar de profesión, viajan al Congo con la intención de pagar el rescate y volverse a España con Beatriz. La relación entre Lola y Beatriz es estrechísima desde niñas; más que amigas, son hermanas. En el Congo Lola conocerá al novio de Beatriz y a otro cooperante, Colin, compañero de su amiga. Junto a ellos, especialmente el último, intentará saber lo que le ha pasado a su amiga.

Por otro lado, tenemos a Bineka. Es una joven congoleña que vive feliz con su abuelo en su choza, en un pueblo en medio de la selva. de pronto, unos hombres llegan a la aldea y arrasan con todo: matan a sus habitantes y queman las chozas. A Bineka la cogen atraído el jefe por sus hermosos ojos verdes y se la lleva consigo. Pero el coche en el que viajan tiene un accidente y Bineka consigue huir tras pegarle un disparo. Sola en la selva, es adoptada por una manada de chimpancés, convirtiéndose en un miembro más del grupo y entablando una especial relación con dos hembras: una de ellas, mayor, que la adopta como si fuera su hija y la otra una cría a la que llama Furaha.

Los destinos de Bineka y Furaha y Lola y los demás acaban convergiendo y entonces las dos tramas se convierten en una sola.

“La bruma verde” me ha fascinado. Así, sin paños calientes. Me ha gustado muchísimo la historia, los personajes, la forma en la que está contada. Y, por supuesto, me ha gustado mucho el mensaje que transmite.

La historia es emocionante. Llena de aventuras, nos traslada a un país africano muy rico. Demasiado para su desgracia. Rico en recursos naturales “necesarios” para el primer mundo. El famoso coltan para la fabricación de smartphones. Pero no sólo eso: grandes extensiones de selva se están esquilmando para plantar palma y soja, para exportarlo a Occidente. Y si en el camino, además de árboles, nos llevamos a la fauna que vive allí e incluso a los humanos, pues nos los llevamos, ¿qué más da? Me ha gustado muchísimo la llamada de atención que hace Gonzalo Giner sobre lo que está sucediendo allí. Nos muestra como la codicia humana, el ansia de tener cada vez más dinero de los países ricos, arrasa con todo sin darse cuenta de que estamos hipotecando el futuro de las próximas generaciones. Estas cosas hay que contarlas y ¿qué mejor forma que a través de una novela de lectura apasionante? Porque además de una llamada de atención, de una novela reivindicativa, “La bruma verde” es una novela de aventuras en la que hay de todo: secuestros, huídas, persecuciones, asesinatos, amores, amistad… Una novela en la que pasan muchísimas cosas y con la que es imposible aburrirse.

Me han gustado mucho las dos tramas del principio pero, sin duda, la de Bineka ha sido mi preferida. No es un secreto que me encantan los animales y que se me cae la baba con ellos. Y ver cómo el grupo de chimpancés acepta a Bineka, como Furaha se convierte en su ahijada, cómo otras chimpancés la defienden frente al macho dominante… ver lo listos que son, cómo aprenden, cómo razonan y cómo, en definitiva, son mucho mejores que los humanos, ha sido una auténtica maravilla. He disfrutado muchísimo con las escenas en las que salen Bineka y los chimpancés. Algunas muy crudas porque la vida salvaje lo es pero otras terriblemente tiernas. He adorado a Furaha, mi personaje preferido.

Eso no quiere decir que no me haya gustado la trama de Lola y compañía porque también me ha encantado. Me ha gustado mucho cómo una alta ejecutiva, acostumbrada a mandar desde su despacho, se enfrente a África y cómo África la cambia. Me ha gustado ver la labor de los cooperantes, cómo actúan, cómo renuncian a casi todo para recibir mucho más de lo que han dejado atrás.

En fin, que me ha encantado. Y me ha emocionado; mucho. He llorado como hacía tiempo que no lloraba con ningún libro: de temor, de dolor, de emoción. Ha sido una novela que me ha removido por dentro, me ha implicado completamente. Difícilmente la olvidaré. No os cuento más, prefiero que la descubráis por vosotras mismas.

Conclusión final

“La bruma verde” es una novela de aventuras en la que pasan muchísimas cosas; una novela tremendamente entretenida que no da respiro al lector. Casi se podría considerar un thriller. Pero también es una novela llena de emoción, de crítica social, y una llamada de atención. Una de mis mejores lecturas del año.
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