APSU: Crónicas de la llegada

La acción se desarrolla en el año 2030, un año donde la luna ha sido colonizada, pero la gente se sigue comunicando por whatsapp. Donde las grandes compañías obtienen beneficios de la carrera espacial, pero el Tercer Mundo está aun más hundido en la miseria y la hambruna. Y esto se ve en Mozambique, país a donde ha sido destinada Yolanda como representante de la ONU.

Y es allí donde es testigo de algo que se aleja de todo lo que se esperaba encontrar en un lugar perdido de la mano de Dios: una especie de meteorito, haz de luz, que se estrella en la selva a pocos kilómetros de donde se encuentra. Y allí que va a investigar, mientras su jefe en la ONU intenta contactar con su embajadora en la Luna, donde tienen sus propios problemas.

Por el camino se encuentra con Quim Barbosa, un piloto contrabandista, y su ayudante, Akani, que quieren recordar, en descripción aunque no en carisma a Han Solo y Chewiebacca de Star Wars. Juntos harán frente a un grupo de mercenarios, una invasión militar y un misterioso objeto.

La trama está contada alternando los distintos escenarios y puntos de vista: Yolanda y Quim, alternativamente, en la selva; Jonathan Cook, en la ONU; la embajadora de la ONU para asuntos extraterrestres, en la Luna.

La primera mitad del libro resulta algo aburrida, mientras va centrando el tiro; a medio libro empieza la acción que sin ser la repera sí es entretenido, pero cuando se pone interesante.... se acaba el libro. Menudo planchazo. Y es que no sé si por decisión del autor o de la editorial, este libro es solo la primera parte de una serie que aun no se sabe cuanto durará.

En resumen, el libro me ha resultado entretenido una vez superada la primera mitad, pero el hecho de que deje la historia colgando para una próxima entrega me ha desinflado de nuevo.