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Cuando llegué al epílogo me sentí traicionada, no por los actores o personajes, sino por el autor. Para empezar, durante toda la lectura sentí que la historia estaba un poco fuera de foco, como esas fotografías movidas de aficionados; según mi modesta opinión, desde el punto de vista técnico la novela es impecable, desarrolla la acción in crescendo, siempre guarda ases, pero antes de hacerlos desaparecer bajo la manga, nos lo enseña, apenas un destello, cual prestidigitador que desarrolla toda la ilusión en nuestras narices y a pesar de eso no vemos nada, está llena de personajes muy interesantes, la acción, el suspenso, las pasiones humanas todas al descubierto…pero… el gran pero es la psicología de los personajes, pretende hacerlos a todos tan únicos que no resulta creíble y como dice el propio autor “Dos juristas honrados en el mismo caso, ¿Cuántas probabilidades hay? Debería haber comprado un décimo de lotería” En fin, no está mal, está bien escrita, no es una historia deprimente, entretiene, en definitiva son los personajes de Mark Gimenez, fin. |
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