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Elizabeth Gilbert, escritora del éxito “Come, reza, ama”, vuelve con una nueva novela ambientada en el Nueva York de los años cuarenta, cargada de humor y estilo, que refleja la vida de una mujer adelantada a su tiempo y cómo debe buscar su lugar sin dejar de ser ella misma. Contada en primera persona a modo de relato, la autora le otorga a Vivian una forma narrativa fluida, refinada, fresca, divertida, introspectiva, llena de comentarios ingeniosos y un cierto aire crítico. La trama comienza potente, y lejos de lo que pueda creer el lector, no decae en ningún momento. Más bien todo lo contrario, la historia, aparentemente simple, se va hilando en una complejidad, llena de acontecimientos y giros sorprendentes, que atrapa al lector y lo obliga a no despegarse del libro hasta terminarlo. Los personajes se encuentran perfectamente construidos y trabajados. La protagonista los empodera constantemente a través del relato de sus vidas, conversaciones individuales y saltos en el tiempo, lo que les otorga complejidad y una psicología profunda. Cada uno de ellos es original, particular, excéntrico, los identifica una forma de expresarse única y, sin pretenderlo, se les otorga un papel protagónico apreciándoles una evolución personal significativa aunada a los acontecimientos históricos que les rodea. El lector no consigue odiar a ninguno pues, a su forma, son peculiares y muy entrañables. Se ha de hacer especial mención a que las actrices y actores creados por la autora son una composición de retazos biográficos de artistas de la época. al menos así lo manifiesta en la descripción de su forma de vestir “rompedora” y “atrevida” de la época, en la carrera artística que le marca detrás o incluso en su actuación y movimientos. Cabe mencionar que en ellos hay una relación entre fantasía e historia, pues muchos de ellos existieron realmente y se usan para dar credibilidad al texto. La obra destaca no solo por unos hilarantes, irónicos, mordaces y trabajados diálogos que constituyen una delicia para el lector, sino que además posee una ambientación excepcional. No es fácil escribir un libro acerca de una época en la que no se ha vivido, pero Elizabeth Gilbert consigue, de forma magistral, trasladar al lector al Nueva York del siglo XX, en pleno despertar feminista. Una era de cambios, revolución y de ruptura social y política. Con un marco global como es la Segunda Guerra Mundial, y uno más concéntrico, un teatro decadente en pleno corazón de Manhattan, la autora permite al lector adentrarse en la opulencia y el glamour de los años anteriores a la guerra. En donde el Lily Playhouse, nombre del teatro, se convierte en una segunda casa. El proceso documentativo que la obra lleva detrás es sorprendente, pues Elizabeth describe con minuciosidad cómo era el teatro entre bambalinas, las desenfrenadas vidas de las coristas, el glamour de los actores y actrices de renombre o el poder de las críticas, entre otros. del mismo modo, se adentra en el mundo de la costura, recorriendo la moda y exponiendo sus cambios desde un punto de vista histórico. A lo largo de la trama, el lector puede identificar diferentes y variados mensajes como la responsabilidad, la libertad o el empoderamiento femenino. En contraposición, puede sacar críticas hacia el machismo o la situación social del momento. A modo personal, la trama me llamaba poderosamente la atención, a pesar de que no había leído nada de la autora antes, pero sin duda me ha dejado con ganas de conocer más de su obra. Para mi sorpresa, “Ciudad de mujeres”, se ha convertido, prácticamente, en una de las mejores lecturas que llevo de año. Ha sido un libro increíble, de una ambientación mágica y unos personajes encantadores. La he disfrutado de principio a fin, no podía soltarla, a cada rato deseaba saber qué le iba a pasar a Vivian y a todos los componentes del Lily Playhouse y las situaciones evolucionaban de tal forma que necesitaba leer “un capítulo más”. He de confesar que hacía tiempo que no me pasaba esto con un libro y, por tanto, me veo en la obligación, no solo de darle una altísima calificación, sino de recomendarla abierta y directamente. “Ciudad de mujeres” es una novela femenina y potente, de carácter dramático, llena de glamour, amistad, amor, honor, desenfreno, rebeldía, empoderamiento, escándalo, erotismo y grandes dosis de ingenio y humor. |
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