El guerrero a la sombra del cerezo

Humildemente os digo como blog y como lectora que me es muy difícil hablar una novela como esta. La primera palabra que pienso a la hora de definirla es magnífica, como sólo lo puede ser un libro al que el autor define en los agradecimientos, como el proyecto al que ha dedicado más tiempo y energía en su vida.
Eso no quiere ser que tenga que ser un libro para todos los lectores ni mucho menos; ese magnífica al que me refiero, habla de mucho tiempo, documentación, trabajo y esfuerzo. Todo eso, traspasa las páginas de esta novela desde el inicio y es bajo mi punto de vista indudable y admirable.

Ambientada en un incipiente periodo entre guerras, al que se hace mención al inicio de la novela, El guerrero a la sombra del cerezo es una ficción histórica que te sumerge completamente en el Japón de los samuráis y los daimios (señores feudales en Japón desde el S.X hasta el XIX). Consta de una inmersiva y riquísima ambientación que atañe a todo lo que rodea a la novela y su desarrollo: comida, sistemas de medición, folclore, vestuario, arquitectura, escritura, música, filosofía, técnicas de lucha, esgrima japonesa, literatura y muchas más de las que podría seguir hablando durante horas. Está dividida en dos tramas principales narradas de forma alterna, tal como podéis leer en la sinopsis.
Debo decir que ambas me han parecido muy interesantes y aunque sabía que en un momento debían converger, he estado bastante despistada durante buena parte de la novela, en ese sentido, cosa que considero positiva pues el autor ha sabido jugar con el misterio a la hora de conducir la historia y despertar mi interés capítulo a capítulo.

Aunque es un libro muy largo, (736 páginas tapa blanda), es en la mayoría de los momentos, muy ameno.
Eso sí, necesita de su tiempo para ser leído. Creo que es genial para un período de vacaciones o en el que el lector le pueda dedicar ese tiempo con una cierta relajación, pues es una perfecta vía de escape pero a la vez una historia a la que hay que prestarle la suficiente atención para que no se te pasen algunos detalles importantes. La prosa del autor es suave y poética a veces y práctica y resolutiva en otras ocasiones en que la acción así lo requiere. Creo que en general, ha sabido encontrar el tono para contar esta historia. al empezar su lectura uno se puede sentir abrumado por tantos nombres en japonés especialmente los propios, pero al ir avanzando, en seguida te das cuenta de que no es una novela con muchos personajes. En ese sentido, menos es más y creo que otra vez de manera acertada.
Destaco entre dichos personajes a Kenzaburo Arima, último samurái de la casa Ikeda que para bien y para mal, determinará la vida de Seizo.

También me ha gustado mucho la utilización del cerezo como un personaje más en la trama en forma de inscripciones, leyendas, venenos, sentimientos y su presencia en el nombre del libro, lleno de un poético significado.

Seizo Ikeda reune todos los elementos para ser un heroe de novela. Último superviviente de su clan, debe abandonar su casa y vivir situaciones de aislamiento, añoranza y soledad que marcarán su carácter. Es un joven sensible y sensato que no tiene sed de venganza pero tampoco ignora su deber. A lo largo de la novela recorres el camino a su lado, lo ves crecer, curtirse y cuestionarse su misión en la vida. Creo que es imposible no empatizar con Seizo y su peregrinaje, unido inexorablemente a una existencia, que le priva de muchas vivencias como niño, joven y adulto.

Ekei Inafume es médico del modesto clan Shimizu. Es un hombre que ha viajado mucho, aspira a una vida tranquila, pero a la vez es astuto y misterioso y despierta mucha curiosidad en el lector conforme va avanzando la historia y vamos conociendo más de él. Sin pretenderlo, se verá envuelto en las intrigas políticas de los daimios, en un periodo de tensa calma, donde deberá involucrarse más de lo que le gustaría. Conoceremos la vida en un castillo feudal donde las mujeres ostentan cargos de alto rango como médicas y militares, por su linaje, pero también por su valía, cosa que me ha llamado mucho la atención en dicho contexto histórico. Ekei encontrará en el camino un extraño compañero de viaje, Asaemon Hikura, con el que compartirá aventuras y desventuras en el clan Yamada en el que ambos convivirán durante un tiempo con distintos cargos dentro del mismo.

Un aspecto crucial del libro, es el cultural: la visión de una filosofía de vida muy alejada de la nuestra y el peso de la tradición y la familia para cumplir el destino. El estoicismo para soportar los pesares de la vida y encontrar el camino de la iluminación.
Este es un libro en el que los matices son importantes y que sólo como los buenos libros hacen, deja una huella en forma de pensamiento posterior y nos hace plantearnos algunas cuestiones universales.

CONCLUSIÓN:

El guerrero a la sombra del cerezo es una novela que recomiendo a todos los amantes de la ficción histórica, la aventura y las cultura oriental. Tanto la introducción al contexto histórico, al inicio del libro, como el glosario de términos y las notas al pie de página, facilitan la comprensión del texto, instruyen y hacen disfrutar al lector.
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