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Cuando en una lectura conjunta sugirieron este libro, decidí tomarlo como un pequeño descanso, como una novela de esas que sabes cómo van a terminar apenas empiezan, solo para darme un respiro de otras lecturas. Admito sí, que estaba bastante segura de que sería una lectura sin la mayor importancia pero cómo me equivoqué. La verdad es que a pesar de su apariencia de típica novela Chick-Iit, me ha dejado con la boca abierta, con ganas de reir y llorar en más de una ocasion y con corajes y amores para con todos los personajes. No es perfecta, claro que no pero se disfruta mucho y, a pesar de todas las mentiras y engaños que se viven dentro de la historia, es algo que se disfruta mucho si uno va con la predisposición a hacerlo. Si hay algo, la única cosa, que de verás me hizo torcer el gesto, fue que hacía el final estoy casi segura de haber entendido que Rachel decía que la lección era que al final era más feliz con un hombre que sin él. Otras palabras, mismo mensaje.
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