Zafiro

Este libro, más que resolver dudas, ha servido para afianzar los misterios que se iniciaron en rubí y mostrarnos otros problemas nuevos.

El ritmo de Zafiro es mucho más ágil y no decae en ningún momento. Relata muchas cosas en tan sólo una semana. Así que parece increíble que los protagonistas se hayan enamorado en tan poco tiempo. Lo que sí me gusta es que ambos saben perfectamente que se aman; lo comparten y lo aceptan, aunque todavía no se han decidido a formalizar dicha relación.

Gwen sigue sin saber qué papel representa en toda esta historia (aunque los lectores sabemos que ella es la piedra angular).
Por otro lado, finalmente podemos afirmar que el famoso Conde de Saint German no es trigo limpio, todo lo contrario, y aunque en un principio se nos presentó como una figura de autoridad y poder, se ha convertido en firme candidato para ser el verdadero malo de la trilogía; hubo un momento en que le concedí el beneficio de la duda, pero en el final del libro se ganó mi absoluto desprecio.

Si Lesley, la amiga de Gwen, fue el personaje secundario más destacable en el primer libro, aquí tenemos que nombrar también a Xemerius, la escurridiza gárgola que no deja a la protagonista ni a sol ni sombra. Se trata de una criatura descarada, picarona y divertida que nos saca más de una sonrisa; ha sido todo un puntazo incluirla. ¡Oh Xemerius, como te adoro!

En el final, me quedé durante unas horas igual de destrozada que Gwendolyn cuando sucede lo de Gideon. Me sentí totalmente identificada con la chica y sentí su dolor. de verdad, hacía mucho tiempo que no llegaba a este punto de empatía; fue una experiencia alucinante para mí. No sé cómo lo hace la autora, pero el caso es que siempre me deja con ganas de más en sus libros.

Saludos ;)

Pues ya estoy aquí con la reseña del segundo libro de esta trilogía. He de confesar que es una verdadera gozada el podértelos leer todos seguidos sin espera ninguna, es la primera vez que lo hago y lo he disfrutado como una enana. No sé si no se me quedará esta costumbre… ¡NO! Con lo atacada que soy no podría esperar a leer un libro si ya lo tengo… seguro…

Después del final de rubí la verdad es que tardé algo así como 30 segundos en ponerme a devorar este. No se pueden terminar los libros de esa manera… que el estrés es muy peligroso…

Aviso que si no os habéis leído rubí, es mejor que no sigáis leyendo, puede (casi seguro…) que se me escapen cositas importantes del primer libro…

Volvemos a reencontrarnos con nuestros viajeros en el tiempo y todos los personajes alrededor de ellos. Y para este libro se nos añade un personaje nuevo que me ha encantado: Xemerius,la gárgola. Ni os imagináis lo que me ha hecho reír este personajillo, es absolutamente fantástico. Lo adoro.

Gwendolyn está viviendo un sueño después de que Gideon la besara y su relación parece que marcha muy bien.Su reacción al interés de Gideon, aparte de hacérmelo pasar muy bien, me ha parecido bastante natural teniendo en cuenta los tiras y aflojas que tuvieron en el primer libro. Es normal que ella se quede medio pasmada y esa escena en la iglesia es de lo mejor del libro…

La historia continúa complicándose cada vez más, sobre todo tras un extraño encuentro de Lucy con su abuelo Lucas, que hace que Gwen se pregunté el porqué de sus misiones y sobretodo desconfíe cada vez más del malvado conde de Saint Germain.

Prácticamente todo el libro es la preparación de Gwen para una soireé que tendrá lugar en el sigloXVIII por supuesto. Aunque antes de eso tendrá lugar un segundo encuentro con el conde que romperá el corazón de Gwen en mil pedazos…

Paralelamente Gideon también empieza a replantearse algunas cosas que daba por sentadas desde la infancia, sobre todo a raíz de encuentros inesperados con personajes inesperados. Vamos que en este libro hay veces que tienes hacerte un croquis.Porque entre tanto salto y tanta conversación sobre saltos la verdad es que te acabas perdiendo un poquito…

Y otra vez la autora nos deja con un final de infarto y con no menos de unos dos millones y medio de preguntas sin respuesta. En serio, cuánto debieron de sufrir los que tuvieron que esperar a la publicación de la tercera parte…

Así que no me queda más remedio que volver a recomendar la lectura de esta saga llena de sorpresas, originalidad y buen humor. Con adolescentes, sí, pero que se hacen querer porque resultan de lo más naturales y agradables. Así que a las dos o tres personas despistadas como yo que aun no se lo habían leído: ¿a qué esperáis?
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