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El castillo en las nubes de Kerstin Gier; me encanta las historias de Gier, son originales, misteriosas, entretenidas é incluso divertidas. Y éste hotel cuenta con todos esos toques que lo hacen especial. Un antiguo, ostentoso y elegante hotel, que ha pasado de generación en generación. Un destino apetecido para una diversidad de personajes pudientes en época de Navidad; aunque sus instalaciones nunca cierra sus puertas en el transcurso del año. Es para las fiestas de fín de año, que éste hotel pasa de ser solidario a muy concurrido. Pero para Fanny Funke, una joven de diecisiete años, que ha empezado a trabajar en el Castillo en las nubes desde septiembre; este hotel tiene magia y encanto cada hora de la semana. Es una trabajadora eficiente, dinámica, curiosa, amable; y aunque llegó allí, tratando de alejarse de su familia y su pueblo, después de decidir no terminar el Instituto. le ha tomado muchísimo cariño a la casa y su personal regente. Con la Navidad llega toda clase de personas; entre personal auxiliar y huéspedes, el hotel se llena de bullicio, de vida y de situaciones que empiezan a despertar la curiosidad de Fanny. Momentos y personajes que se tornan misteriosos; y dos chicos tan diferentes en todos los sentidos, que le generan un interés inusitado. Ben Montfort, hijo de uno de los dueños del hotel y amable recepcionista del hotel; y Tristan Brown, un guapísimo joven de sonrisa misteriosa y con gran agilidad para aparecer en los lugares menos esperados y para trepar por las paredes mejor de lo que lo haría un gato. Es una historia bastante entretenida, pero muchos de sus misterios quedan a la deriva como el gato Prohibido, Monsieur Rocher y por supuesto la dama blanca. |
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