Ya comenté en la primera entrega como llegué hasta esta saga, por tanto, no me repetiré con el objetivo de que mi inocente desfloración cobre mayor protagonismo. He perdido la virginidad. Fue un momento de debilidad, yo no quería, pero necesitaba ver eso de las campanillas en el pelo y...me he tragado la primera temporada de la serie y parte de la segunda. La culpa es de la señora Pérez. Ella puso la tele y yo me dejé llevar. Choque de reyes es la segunda entrega de una saga, donde no vamos a encontrar palabras preciosas, pero sí precisas, las que necesita la historia para darle ese toque, esa diferenciación que la hace tan adictiva. Mejora Martín a su anterior, donde necesariamente nos presentó a los personajes renunciando a parte de la acción. En choque de reyes se asientan, maduran, crecen algunos se desenmascaran y a todos se les reconoce mejor. Más fluida y directa, con más intrigas y mucha acción, la batalla para conquistar el trono de hierro se recrudece. Utiliza los elementos justos y necesarios para ser una novela de fantasía sin abusar del género, haciéndola casi creíble. Venganza y honor, dos palabras que tantos cementerios han llenado, se respiran en cada página. La prosa de Martín no enamora, pero te atrapa, te envuelve, te introduce magistralmente en la historia y en sus personajes, cada cual con su personal perfil de anhelos, ambiciones y bajas pasiones. Los niños siguen siendo a nivel individual lo mejor, destacando como mi favorita Arya. En el conjunto global casi nada sobra y todo está en su lugar. El lenguaje directo ayuda a que la historia fluya, es rotunda y descarada. Autor con mucho oficio que sabe muy bien lo que se hace. No queda otra, ¡habrá que leer la tercera! Lo que no sé es cuando. + Leer más |