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Rolando es un niño algo peculiar. Para empezar, vive en un cementerio con su tío y su único amigo es el mirlo Chip. Los otros niños del pueblo se ríen y alejan de él, pero Rolando es feliz siempre que tenga a su querido amigo a su lado. Bueno, a veces se siente un poco sólo, sobre todo en verano. Pero este verano le espera una aventura trepidante, en la que superará sus medios y conseguirá nuevos amigos. Esta lectura ha sido un gran descubrimiento. Es una historia muy tierna, una pequeña aventura para disfrutar que te sacará más de una sonrisa conforme conozcas a Rolando y Chip, junto al resto de personajes que irán apareciendo en la historia. La narrativa es muy amena y entretenida, una lectura especialmente recomendada para los niños pero disfrutable por cualquiera. Esta es una historia sobre la amistad y sobre crecer, afrontar tus miedos y superarte cada día. Es una pequeña aventura de superación con un claro mensaje ecologista que seguro que calará entre los más pequeños. Me ha gustado mucho más de lo que esperaba y la recomiendo a cualquier persona que busque un libro algo divertido para pasar el rato. La aventura de Rolando viene acompañada de unas ilustraciones que me han gustado muchísimo. El estilo, como dibujado a lápiz o carboncillo, es muy llamativo, con unos trazos que a veces me recuerdan a obras de Tim Burton. Todo esto hace una lectura redonda que recordaré con mucho cariño. Irbis. |
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