Se trata de una magnífica novela escrita en el siglo XIX que narra con todo lujo de detalles cómo era la vida en el Antiguo Egipto y también cómo eran las excavaciones y la fiebre por la egiptología en el siglo XIX. Es una novela corta pero que engancha desde el prólogo, y te deja pegado a las páginas desde el principio hasta el final. Gran conocedor del mundo egipcio, el autor hace que te sumerjas en aquellos tiempos pasados y que logres adentrarte en los palacios, las montañas, el Nilo, los rituales, los dioses... Es una novela muy buena que casi al final da un giro inesperado de la trama y hace que quieras seguir leyendo. Un clásico que todo el mundo debería leer.
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