Conocemos tan poco la verdadera realidad de aquellos hogares que visitamos como amigos íntimos
|
Conocemos tan poco la verdadera realidad de aquellos hogares que visitamos como amigos íntimos
|
—Deja en paz la aguja de Combehurst mientras te hablo. Me estoy quedando sin aliento para que aprendas cómo has de comportarte, y tú venga a mirar nubes y otras tonterías semejantes. Me avergüenzo de ti.
|
El fin justifica los medios: si un hombre prospera, no era necesario analizar minuciosamente su conducta
|
¡Conocemos tan poco la verdadera realidad de aquellos hogares que visitamos como amigos íntimos!
|
De cuando en cuando, una hoja amarilla caía suavemente de algún árbol, sin la menor agresión exterior, solo porque su vida había llegado al límite y debía terminar. Los lejanos y frondosos bosques de color naranja y carmesí eran de una belleza deslumbrante, pero su esplendor parecía señalar el año que declinaba y moría. Aun sin tener el corazón dolorido, la grandiosa solemnidad de la estación conmovió el ánimo y lo serenaba.
|
¡Conocemos tan poco la verdadera realidad de aquellos hogares que visitamos como amigos íntimos!
|
Olvidaba sus sinsabores domésticos para preguntarse por qué una sombra de color pardo violáceo oscurecía siempre el mismo lugar cuando el sol estaba en su cenit, o por qué las sombras de las nubes parecían moverse de costado; e imaginaba qué había más allá de aquellas viejas y sagradas colinas grises, que daban la sensación de sostener las nubes blancas sobre las que los ángeles volaban libres.
|
No era la primera vez que una declamación elocuente ocupaba el lugar de un buen razonamiento.
|
Era un consuelo para ella (y casi el único que le reportaba la visita de Edward) disponer de tiempo para subir a menudo hasta el espino, y serenar su ánimo y calmar su desasosiego bajo el dulce influjo de la naturaleza. La señora Buxton había intentado enseñarle la fuerza y la belleza de la verdad,
|
Y, dado que el dolor tiene tal finalidad benéfica, no deberíamos esquivarlo ni burlarlo, ni dejarlo a un lado ni buscar distracción en las cosas mundanas para impedir que lleve a cabo su función. Y entonces recordó su conversación con Maggie.
|
¿Quién escribió «Agnes Grey»?