Los recuerdos del porvenir

Este es un libro que va mucho más allá de lo que dice la contraportada. Garro hace una simbiosis muy cuidada entre la historia y la forma de contar la historia que hace que no puedan tratarse la una sin la otra. Su modo de interactuar con la herramienta de la palabra poética dentro de la narrativa es ejemplar. La voz del pueblo va describiendo a sus habitantes otorgándoles tintes arquetípicos que generan la sensación de estar creando un parteón propio de una mitología que es, a la vez, profundamente humana.

Está a medio camino entre una narrativa que sigue un hilo temporal normal y otro tipo de narrar más cercano a la poesía también que describe por instantes no necesariamente consecutivos. Ese estar entre medias es lo que le da a la obra un carácter misterioso y algo lúgubre, pues se pone en juego el mismo concepto de tiempo y de todo lo que es posible. El tiempo es un personaje, así como lo es el pueblo. En una línea parecida a Woolf, las delimitaciones entre los personajes son difusas y se comunican atravesándose en sus pensamientos y sus emociones que, a su vez, tienen una particularidad muy concreta que genera el carácter de cada personaje. La obra juega en todos los equilibros, a mi parecer se pierde un poco en el ritmo narrativo, pero solo un poco, salvando algunos escollos, leerlo es una experiencia emocional e intelectual muy rica.

Garro es una gran autora, injustamente muy invisible todavía en todos los ''canones' de literatura.