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Seis años más tarde de que Tyler abandonase a Martina, cuando parece que todo comienza a estar en calma para ellos, la muerte del padre de Tyler les depara una sorpresa con condiciones que volverá a unir a esta pareja y que condicionará en cierta medida su futuro juntos. Para poder seguir con sus vidas tal y como las conocen hasta ese momento, dado que son sus herederos, deberán de cumplir con una serie de condiciones. Ambos deciden aceptar y hacer frente al dolor, al rencor, al pasado y a todos sus miedos. A pesar de una serie de peligrosos anónimos, Tyler y Martina obedecen finalmente a los dictados de su corazón que lleva clamando desde su adolescencia y volver a intentar estar juntos a pesar del peligro que las dificultades. Tyler es un hombre fascinante. Parece egoísta, pero por el contrario, se da por completo a los demás aun haciéndolo a costa de su vida. Tyler es fuerte en apariencia pero tiene una debilidad, Martina. Ha tomado decisiones poco acertadas a lo largo de su vida y ahora arrastra el peso de la culpa autocondenándose a ser infeliz hasta que vuelve a ver a la mujer de su vida, Martina. Martina es una mujer sensible, frágil, madura, a la que la vida no le ha sonreído demasiado. Martina reúne fuerzas a pesar de todo para seguir adelante y afrontar la vida y la muerte con una madurez admirable. Llévame a la Luna no es sólo una novela de amor, sino que en ella aparecen temas a los que dan voz los personajes secundarios que me parecen de lo más interesantes como la terapia con personas con necesidades educativas especiales, el miedo, el abandono parental, cómo afectan algunas enfermedades terribles a los familiares y amigos de los afectados… La prosa de Elena es magnífica, repleta de expresiones que enriquecen la lectura. La novela es dura, intensa, emocionante, emotiva, tiene ritmo y se lee fácilmente. La autora ha conseguido plasmar con una frescura, delicadeza y gran sensibilidad todas las emociones y sentimientos inherentes a los temas que aparecen a lo largo de la historia. El desenlace me ha dejado fascinada, en absoluto me esperaba un final así. En el último momento, Elena le da un giro inesperado a la historia y escribe un final que me ha dejado al principio con un sabor amargo y después con una sonrisa con la que he terminado la lectura felizmente. Os recomiendo leer a Elena Garquin y, sobretodo, Una Luna para Tyler porque estoy segura de que os va a embelesar tanto como a mí. |
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