Pájaros negros

Con una pluma atrapante, un magnifico uso del lenguaje de una enorme riqueza sin llevarlo a lugares pretensiosos, pero dotando con el a la historia de una construcción de enorme calidad en la descripción de sus atmosferas, de sus espacios y de sus protagonistas, en la que nos envolvemos sin querer soltar el libro.
Tomando como inspiración esos relatos propios de nuestro folclor, en los que las mujeres con dotes de curanderas son consideradas brujas y pueden incluso transformar las formas de su cuerpo al abrigo de la noche, con gran maestría el autor nos lleva a través de tres líneas temporales que suceden en momentos específicos de nuestra historia, la conquista, la colonia y el presente, son los escenarios en los que conoceremos las consecuencias de una suplica realizada por una princesa que ha visto caer su reino a manos de los invasores cegados por la fiebre del oro.
La leyenda de las brujas es entremezclada hábilmente para dar testimonio no de los hechizos, amarres y pactos, si no de el sufrimiento de las mujeres en distintas épocas, en las que los hombres afincados en sus supuestos derechos sobre ellas, ya sea por fuerza, tradición u orgullo, han sido constantes agresores que usando la espada, la cruz o los rifles como cetro de poder lograron doblegar sus cuerpos y algunas mentes, pero no esa naturaleza única que las une entre ellas y al mismo entorno para ser así imperecederas.
Con un notorio conocimiento de la historia y de las leyendas, logra el autor una historia apasionante, con momentos de cruda violencia, aderezados por una fantasía en la que esas mujeres abusadas se transforman en diosas, que protegen y cobran venganza