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Esta novela es la segunda que leo de esta autora, y he de reconocer que me ha gustado más que su anterior libro, La Vigilante. El género romántico no es mi preferido, pero decidí probar de nuevo con él, por aquello de variar en mis lecturas, y este libro ha logrado engancharme, si bien no está entre mis lecturas más recomendadas. Lo que más me ha gustado de la obra ha sido el hecho de lograr mantener la tensión en algunos puntos, así como la intensidad de la historia de amor que surge entre los dos protagonistas, y que ambos tratan de negar, por temor a lo que pueda suceder. Sin embargo, no todos los personajes llegan a estar bien construidos del todo, la mayor parte de la historia, así como los personajes, resulta previsible, en ocasiones lenta y repetitiva, y hay argumentos en los que la autora no parece haberse documentado antes de escribir. Otro punto a favor es la ambientación de Japón, país que la autora conoce bien, y del que suele hablar en sus novelas. Me ha gustado el modo en el que describe los lugares, así como la manera sutil de introducir en la novela trazos de su cultura. Los personajes que, a mi parecer, son más simples y previsibles son los de Kenya y André. Antes de que algo suceda, ya intuyes que puede ocurrir, o las intenciones ocultas que ambos tienen, cada uno a su manera. Millet, Liam, Yoko y Reira resultan ser los más agradables, aunque su función es la de ayudar a la protagonista más que aportar una historia nueva por sí solos. Por tanto, también resultan bastante previsibles. El personaje más complicado de comprender es el embajador Lefebvre. Sus actos y sus palabras no siempre son coherentes a su personalidad, y por ello logra sorprender. Se le presenta como villano y a la vez aliado de la protagonista, su hija Fleur. Por último, tenemos a los protagonistas de esta historia: Fleur y Yori. Fleur: Es una joven francesa que, debido al trabajo de su padre, se ve obligada a viajar por distintos países, cambiando así de amigos y de colegio cada pocos años. Cuando tenía seis años, su madre falleció en un accidente de tráfico, y ella se culpa por ello. Lleva once años soñando con un chico, del que ni siquiera sabe su nombre, pero del que ha acabado enamorándose profundamente, y siente la necesidad de encontrarle. Es una joven impulsiva, sarcástica, egoísta y algo engreída, pero con sus amigos es leal y cariñosa. Es de carácter fuerte y luchadora. Cuando conoce a Yori, se siente confusa, pues los sentimientos que tiene hacia él le hacen pensar que está engañando al chico de sus sueños. Su mayor pasión es la música, y desea ser cantautora, como lo fue su madre. Yori: Este joven japonés viaja con su abuela por el mundo, aprendiendo a llevar el negocio hotelero que pertenece a su familia. Cuando era pequeño, su padre murió, y desde entonces su abuela depositó en él la responsabilidad de heredar la empresa familiar. Es un joven simpático, optimista, cariñoso y bueno, pese a dejarse llevar en ocasiones por el miedo. Es demasiado perfecto como para ser real, y el chico que toda mujer querría tener como compañero. Le apasiona la música tanto como a Fleur, y también desea convertirse en cantautor. Conocer a Fleur ha supuesto para él encontrar a una persona que le comprenda y arroje luz a su vida. En mis sueños es una historia romántica que aquellas personas que disfruten con historias sobre el amor verdadero podrán disfrutar. Sin embargo, creo que esta historia no es para mí. |
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