Y pese a todo ?

Ya en la portada, reza una frase de mi querido Somoza, que dice lo siguiente:
“Es de celebrar que en España esté destacando, tanto en novela como en cine, una nueva generación de especialistas en terror y fantasía, y Juan de Dios Garduño es uno de ellos.”

Pues sí, la verdad es que le doy la razón.

Cuando comenzamos a leer, realmente te ves enfrascado en un “Soy Leyenda” ambientado en Bangor, Maine –un guiño a Stephen King-; sin embargo no es más que eso: otro guiño más de los que Garduño va dejando en su libro, donde de hecho uno de los protagonistas hace referencia al propio Neville. Es entonces a partir del capítulo trece, cuando pega un giro que nos deja descolocados hasta llegar al final, sin dejarnos apenas respirar.

La novela la cuenta un narrador en tercera persona, que divide esta historia en capítulos cortos, intercalando la historia de Peter y Patrick, dos amigos de la infancia que ya no son tan amigos debido a un par de detalles escabrosos que tampoco tienen un significado importante en la historia, salvo eso, rencillas entre ambos.
Cada uno acoraza su vivienda como cree conveniente, cavando zanjas, colocando alambradas, saqueando casas o supermercados en busca de provisiones… Peter tiene una hija pequeña, Ketty. Patrick, en cambio, un perro (de nuevo Neville…), Doggy. Ellos son los únicos supervivientes a la Tercera Guerra Mundial, durante el mandato del presidente Obama en EEUU, al que no se le ocurre otra cosa que declarar la guerra a Irán, cuyos aliados serán Rusia y China, y así un país tras otro toma parte de esta barbarie. En medio de todo esto, se utilizan armas nucleares, además de virus con los que crean cepas que van acabando con toda la población… casi.
La pequeña localidad, como otras tantas, es evacuada, la gente sale en autobuses, a diez grados bajo cero y a duras penas, entre la nieve. Pero no están solos.
De repente, contado con todo el detenimiento del mundo y mediante flashbacks, asistimos a esa primera bacanal, donde nos saltan los intestinos de todos y cada uno de los habitantes de Bangor, que son atacados por extrañas criaturas -¿zombies?, ¿infectados?- que se los comen tras descuartizarlos y enrollarse sus tripas al cuello mientras el lector es salpicado de sangre en cada página. Me encantan estas guarradas, qué le voy a hacer.

El autor nos mantiene enganchados, ya que al ir tomando el relevo de lo que hacen uno y otro, resulta bastante ameno; además, teniendo en cuenta que no baja la guardia en ningún momento, crea la tensión justa, impidiéndonos dejar de leer.
Otro detalle que me gustó mucho es el trato a los “albinos” –como los llaman aquí-, no son los típicos zombies tontos, lentos, que balbucean eso de “cereeeeebrooooosss” mientras arrastran una pierna roñosa y vuelven los ojos hacia atrás. Para nada, son unos cabronazos en toda regla.

A grandes rasgos, una novela escrita con un lenguaje sencillo, claro y directo, contándonos escenas bastante gore, pero nada recargadas y protagonizada por carismáticos personajes que nos brindan más de un acontecimiento realmente conmovedor.

Un libro corto pero con mucha intensidad y acción contado en tercera persona. Nos presenta a los personajes poco a poco con una base bien construida. al principio son unos extraños pero al empezar a familiarizarnos con ellos se van introduciendo recuerdos pasados de los mismos intercalandolos con el presente para entender mejor la relación complicada formada entre ellos.

Está narrado de forma atrapante sin poder interrumpir su lectura hasta llegar al final, con ligeros toques que me recuerdan a Stephen King.

El autor, especializado en el género del terror, dio vida a unos zombies muy diferentes a los que estamos acostumbrados, tanto física como mentalmente propinándolos con unos sentidos muy agudos (cosa que me parece una genialidad, pero prefiero que se queden en el libro).

Me gustó mucho conocer la historia detrás de los personajes y los motivos que les llevarán a comportarse de esa manera los unos con los otros demostrando que sigue habiendo humanidad y compañerismo después de todo.

Las descripciones son justas y necesarias permitiendo imaginar las escenas y los acontecimientos creando el tipo de adrenalina que hasta se puede palpar.

Fue genial acompañar a los protagonistas en ese intrépido mundo donde tienes que tener un ojo abierto en cualquier momento porque un paso en falso, por más mínimo que sea, significaría la muerte.

Con gusto leería más obras del autor.
El libro tiene película que no está mal pero, en mi opinión, no le hace justicia.

Este libro lo acabé hace un par de dias y para empezar.... un diez para él.
Leyendo la sinopsis en amazon, me imaginaba un libro de zombis romerianos, lentos como caracoles al estar ambientada en un sitio de mucha nieve y frio. Nada más lejos de la realidad! Sin contar mucho de la historia, he decir que mirando la portada, ni por asomo uno puede imaginarse la clase de bicho al que se enfrentan nuestros amigos.
Magnificamente bien narrada, además de ser una historia de terror, es una historia de amistad y de humanidad.
En definitiva, es un libro de Juan de Dios Garduño que recomiendo a todo el mundo leer, te gusten o no los zombis.
Tiene una adaptación al cine a la que han llamado Extintion

Una vuelta más a las historias de zombies. No son zombies al uso, van un poco más allá.
Siempre me gusta que en estas historias cuenten el porqué se genera todo y nos pongan en antecedentes con los protagonistas, y aquí lo hacen, un acierto.
La historia está bien escrita, sin fallos en la historia, con una línea de narración seguida y aunque los personajes son "tipo", se les toma cariño.
El final es "casi" abierto, como si el autor no estuviera seguro de seguir la serie, supongo que depende de nosotros y por mí, SÍ que quiero que continúe la historia.
He disfrutado, por cierto, el libro me ha parecido que hace muchos guiños a otras historias o autores.