Me ha sorprendidos bastante. Es un buen libro para los que amamos los escenarios postapocalípticos. Sinceramente, me he sentido como en un videojuego. Las descripciones son buenísimas y ofrece al lector la posibilidad de vivir el desastre en sus propias carnes. Pero no es la típica historia de zombis. El libro se divide en tres partes, la primera nos pone en situación y nos encontramos con un protagonista drogadicto castigado por sucesos de su pasado; y las siguientes partes nos ubican en un lugar y una situación terrible bañado por seres inhumanos, sangre, cadáveres y la existencia de un virus con alguna variante. Me ha gustado mucho, la única pega que le encuentro es que creo que no está disponible en formato papel. |