Tiempo de matar

Resulta que hay un tipo que tiene algún trastorno con el calor, y cada vez que hay una ola de calor, secuestra dos mujeres jóvenes, a una la mata y la deja muy a la vista para que la encuentren rápido. A la otra la deja abandonada en un lugar remoto e inaccesible, donde no vive nadie, con un bidón de agua y nada más. En el cadáver que quedó a la vista, deja pistas para que encuentren a la otra chica que se está deshidratando en algún lugar. Super sádico. El problema es que las pistas son muy rebuscadas y para cuando encuentran a la segunda chica, ya está muerta.

Así mata a varias mujeres, hasta que por una razón que no voy a contar, deja de hacerlo. Pero al tiempo, vuelve a matar, en otro estado. El agente especial que trabajaba en el caso viaja hasta este otro estado para ver qué onda, porque él está seguro de que es el mismo asesino, por las características del cadáver. Pero como nadie le cree, le pide ayuda a Kimberly, que es la persona que encontró el cadáver y que además está entrenando para ser agente del FBI. Así que, entre los dos, van a investigar a escondidas, para tratar de encontrar a la otra chica que todavía está viva, pero que le queda poco tiempo.

Por otro lado, tenemos a Quincy (el padre de Kimberly) y Rainie, dos detectives que la policía decide consultar. Teniendo en cuenta todo lo que les había comentado el agente especial, de los crímenes anteriores, se ponen a investigar por su lado.

Es bastante interesante la historia planteada, por un lado, por la manera de actuar del asesino, es una persona muy inteligente y que conoce mucho la zona donde vive. Las pistas que deja dan información del lugar donde está la otra víctima, pero son cosas como una flor que crece solamente en un parque nacional, o una roca. Como la segunda víctima siempre es dejada en alguna zona natural, le llaman el ecoasesino. Además, el tipo manda cartas al diario que dicen "el calor mata". Se nota que la autora investigó muchísimo, lo cual me encanta. Además, todo lo investigado te lo cuenta, por decirlo de alguna manera, porque los protagonistas van por ahí consultando geólogos, hidrólogos y demás "ólogos", así vas aprendiendo un poco de la naturaleza del estado de Virginia jaja. Me pareció muy interesante y copado este aspecto.

En cuanto a los personajes tenemos a Kimberly y al agente especial que son los protagonistas, no sé quién era más insoportable. al comienzo del libro sabemos que Kimberly sufrió una tragedia familiar y, en consecuencia, es muy solitaria, se exige mucho, no muestra atisbo de debilidad y sufre mucho, como sufriría cualquier persona que perdió a su familia de una manera tan horrible. Pero no exterioriza nada.
Después aparece en escena el agente especial, el típico tipo pedante y chamullero que te dan ganas de decirle volá de acá chabón. Me lo tuve que bancar todo el libro Desde el primer momento se la quiere levantar a Kimberly, no me hubiera molestado si no hubiese sido tan pedante y arrogante.
Me molesta mucho cuando ponen a un personaje que parece un dios encarnado, totalmente innecesario.

Por otro lado, están Quincy y Rainie, que aunque le dan nombre a la saga, a mí me pareció que quedaron eclipsados por la otra pareja. Sin embargo, ayudaron bastante. No tengo mucho para decir de ellos, este es el cuarto libro de la saga y probablemente, tuvieron más desarrollo en el primer libro.

La historia actual, se entrelaza con los recuerdos del asesino, al principio no se entiende mucho, porque son cosas muy generales, pero a medida que avanza la historia, van contando un poco más y podemos ver que sufrió mucho en su infancia. La verdad es que me dio un poco de pena por ese nene, porque ningún niño merece sufrir ni vivir en soledad, pero obviamente que no se justifica que haya matada a tantas mujeres.

Me gustó mucho el desarrollo del libro, el hecho de relacionar los crímenes con la ecología y conocer tantos lugares a través del libro, a pesar de que no es muy descriptivo, pude imaginarme muy bien los lugares. Sin embargo, algunas cosas no me cerraban, me di cuenta muy rápido qué era lo que pasaba con el asesino y casi adivino quién era. Además, el por qué asesinaba mujeres jóvenes, no me terminó de cerrar, como que no tenía mucho que ver con lo que decía o con sus traumas de la infancia, no sé. Tampoco me gustó el final, porque fue casi el final feliz y perfecto. Digo casi porque para las familias de las víctimas no hubo ningún final feliz. Me hubiese gustado que las cosas no encajaran tan bien, pero bueno.

De todos modos, me gustó bastante, engancha mucho, por momentos me mareaba con tanta información, a veces parecía copiada textual de un libro educativo. Sin embargo, es muy interesante, y si les gusta la naturaleza, seguro les va a gustar. No me pareció tan buen policial, pero se disfruta y me pareció muy original el tema de retratar a la naturaleza como un paraíso hermoso y hostil.

A pesar de ser el cuarto libro de la saga, no hace falta leer los anteriores, de hecho, yo me enteré de que formaba parte de una saga hace poco. La historia empieza y termina en este libro y te cuenta bastante sobre sucesos anteriores, así que no te perdes de nada.
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Típico thriller al estilo norteamericano, de esos donde hay un despiadado e ingenioso asesino serial, un grupo de investigadores, - donde no faltan los expertos del FBI -, y las correspondientes víctimas, cuyas historias se van relatando en forma alternada hasta el desenlace, donde se logra dar con el criminal y rescatar a la última víctima prevista de una muerte segura.
Sólidamente estructurado, con una narración que nos permite adentrar en lo que va sucediendo y lo que van viviendo los personajes, buena ambientación, y la suficiente dosis de acción, y suspenso , nos encontramos con una novela muy llevadera, que, sin salirse del molde, presenta, sin embargo, algunas particularidades vinculadas a la trama:
En Georgia, en el momento más álgido del verano, durante varios años seguidos, un criminal secuestraba simultáneamente a dos jóvenes mujeres. A una de ellas la mataba inmediatamente, dejando en el cadáver, indicios muy crípticos que le permitirían, de ser descifrados a tiempo por la policía, encontrar a la segunda víctima, que luego de ser drogada, era abandonada , sin más recursos que un botellón de agua, en un lugar inhóspito, solitario, poco apto para la vida humana, - como por ejemplo el interior de una cueva , un desierto o un pantano - , y con muy pocas posibilidades de supervivencia. de todos los casos, sólo una joven había podido ser rescatada, sin que se diese con el culpable, convirtiéndose ésto en una obsesión para el detective encargado, y para la única sobreviviente.
Cuando, tras tres años de inactividad, esta vez en otro Estado, - y en el campo de entrenamiento del FBI - se encuentra un cuerpo, todo hace indicar que el criminal volvió a las andadas. Comienza una carrera contra el reloj, para dar con éste, y para salvar a una persona de una muerte casi segura.
Otra de las particularidades de la novela es que, quienes llevan adelante la investigación, - el detective encargado de los casos anteriores, una novata aspirante a entrar en el FBI, que descubre el cuerpo, y su padre, un ex agente devenido en influyente asesor de las agencias de investigación - lo hacen por su cuenta, y por fuera de las instituciones. Cada uno de ellos tiene su historia y sus motivaciones personales; y éstas, y su interrelación, acompañan el desarrollo de la trama.
En definitiva, una novela muy entretenida, plena de acción y suspenso,que, sin salirse de lo tradicional, nos presenta interesantes personajes, asesinatos poco comunes, y una atmósfera opresiva, a tono con el verano ardiente, ese tiempo de matar al que alude el título de este libro que, desde ya, recomendamos.
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Normalmente no leo libros de sagas sin haber leído los anteriores y este es el número 4 de la serie, pero tengo entendido que los primeros 3 no están traducidos al castellano, y aunque ciertamente son casos independientes y cerrados estos personajes traen historia (y qué historia además!!!) pero bueno se pueden leer porque te vas enterando un poco de quiénes son y el caso es totalmente nuevo. En cuanto a este caso en cuestión me pareció bueno dentro del género, un poco perverso y bastante rebuscado, pero me fui involucrando bastante en la trama, llegó un momento en que sentí que se repetía mucho la historia y no avanzaba y hasta casi llegar al final que lo sentí un poco precipitado y hasta decepcionante. Pero en líneas generales y en el marco de novela policiaca me parece que está bastante bien.

Parece la típica historia de asesino en serie y policía obsesionado con un caso. Historia dinámica que te mantiene en tensión. Nunca había leído un libro de esta autora y me enganchó bastante. Muy recomendable.