Una lista de propósitos y treinta noches de verano

Olivia y Mérida son dos hermanas gemelas que comienzan su andadura en el mundo laboral en un campamento de verano con niños, Jacaranda. Junto a su hermano Antón y sus padres, forman una familia de lo más pintoresca. Mérida, nuestra protagonista, está prometida con Adán. La historia sucede a lo largo del mes que dura el campamento en Jacaranda, un paraje natural rodeado de montañas.

Tal cual llegan acompañadas de sus padres al campamento, conocen a Axel, un irresistible chico que va a trabajar codo con codo con ellas, ya que es coordinador del campamento, y que será el protagonista de la historia.

Conforme pasan los dias, Mérida (sonrisa) se siente irremediablemente atraída por Axel, pero está prometida con Adán y ni se plantea que pueda tener sentimientos encontrados ya que está convencida de que está enamorada de él y así tiene que ser. Tiene las ideas muy claras de cómo debería de ser su vida y así piensa llevarla a cabo. Sin embargo, pasan los dias y cada vez sabe menos de Adán. Es una persona que tiene, o quiere tener, todo controlado. Con una lista de propósitos para realizar en su vida muy definida. Me ha costado mucho empatizar con ella a pesar de que creo que es un personaje muy realista.

A Axel le precede su fama de mujeriego y, ya sabéis, cría fama y échate a dormir. Detrás de Axel hay mucho más y cupido le lanza una flecha alcanzándole de pleno nada más conocer a Mérida. Poco a poco, día a tras dia, a pesar de haberse enamorado de ella sin conocerla, se van conociendo,se va enamorando más de ella y plantando semillas para conquistarla.

Siempre hay un pero y es que, en Jacaranda, hay muchas historias personales que entran en juego y muchos intereses de segundas personas que no dejarán via libre a su amor, además, el tiempo es efímero y el verano pasa muy rápido.

Los personajes secundarios, Olivia, Antón, Simona, Mari Pili, Mari Puri, los niños… son muy divertidos y dan bastante vida a las subtramas y romances que se van entretejiendo en un segundo plano. Me encantó la conversación telefónica que Mérida mantuvo con su hermano y cómo Olivia la protege siempre pero empujándola a la vez a vivir y disfrutar de la vida.

El libro se lee rápido, la pluma de Yanira es fresca y ágil. La ambientación de Jacaranda me ha encantado, el lago, los establos, las cabañas… está todo tan bien descrito que sientes como si estuvieses de campamento con ellos. La autora narra la novela en primera persona a través del personaje de Mérida. Me ha gustado mucho conocerla, pero he echado en falta conocer en profundidad a Axel y cómo piensa. Es cierto que el epílogo está narrado por Axel y ahí se descubren muchas cosas del pasado de este, sin embargo, me hubiera gustado conocerlo más.
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