Por el olivar venían, bronce y sueño, los gitanos. Las cabezas levantadas y los ojos entornados. |
Por el olivar venían, bronce y sueño, los gitanos. Las cabezas levantadas y los ojos entornados. |
Pero yo ya no soy yo. Ni mi casa es ya mi casa. |
¡Árboles! ¿Habéis sido flechas caídas del azul? ¿Qué terribles guerreros os lanzaron? ¿Han sido las estrellas? Vuestras músicas vienen del alma de los pájaros, de los ojos de Dios, de la pasión perfecta. ¡Árboles! ¿Conocerán vuestras raíces toscas mi corazón en tierra? |
Vuelan en la araña gris, siete pájaros del prisma. La iglesia gruñe a lo lejos como un oso panza arriba |
Verde que te quiero verde. Verde viento. Verdes ramas. |
Su luna de pergamino Preciosa tocando viene por un anfibio sendero de cristales y laureles. Al verla se ha levantadk el viento que nunca duerme. San Cristóbalon desnudo, lleno de lenguas celestes, mira a la niña tocando una dulce gaita ausente (preciosa y el aire) |
Sigue Cada canción es un remanso del amor. Cada lucero es un remanso del tiempo. Un nudo del tiempo. Y cada suspiro un remanso del grito. |
¿Cuáles fueron las primeras influencias que distinguen la lírica del autor?