Sin palabras. Es una obra maestra que evoca perfectamente cómo era el universo andaluz de los pueblos más cerrados de principios del siglo XX. Es un relato espeluznante, trágico, costumbrista, inquietante, que te deja sin aliento en más de una ocasión y del cual no puedes apartar la vista porque no quieres dejar de leer. Narra de una manera perfecta el mundo interior de cada una de las protagonistas, y el final te deja la sangre helada. Una de las mejores obras de teatro jamás escritas.
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