En la novela asistimos a la fascinación que siente el personaje que ejerce de narrador, en este caso Nikki, por Sánchez; un superviviente, un perdedor que malvive de robos, perdiendo todo en timbas y debiendo dinero a todo el mundo. Nikki, que parece tener cierto nivel de estudios, está inmersa también dentro de ese margen de la vida, pero con visión más previsora. Conoció a Sánchez cinco años atrás del transcurso de la narración y partiparon en atracos y estafas. Nikki y Sánchez tratarán de hacerse con un galgo para vender a la enigmática italiana Filardi, que apuesta en las carreras. La obra está poblada de pícaros modernos, tratando de hacer dinero fácil por cualquier medio. La autora alterna el pasado en la narración de Nikki, tanto en sus momentos vividos junto a Sánchez, como con el personaje de Bertrán, un "niño rico" consentido, junto a otros personajes en los límites de la legalidad; con el momento presente. El lenguaje, Esther García, trata de adaptarlo dentro del ámbito de la novela negra; diálogos callejeros y cortantes con pinceladas críticas de ciertos ámbitos de la sociedad biempensante. La propuesta de Esther García es interesante y merece valorarse, aunque en ciertos aspectos irregular, alternando pasajes bien narrados, con otros menos conseguidos. + Leer más |
Presencia y ausencia de ciudades
La ciudad es espacio narrativo primordial en gran parte de las ficciones actuales. Aparecen ciudades concretas -Madrid, León, Zaragoza, Lisboa, Málaga-, o, por otro lado, se trata de territorios imaginarios: las Ciudades de Sombra, Cárdenas, Vado y otras urbes que son trasunto de lugares reales en novelas y cuentos.
Por: José María Merino, Pilar Adón y Esther García Llovet
Coordina: Ángeles Encinar