El manuscrito de aire

Cuarta aventura de Fernando de Rojas como pesquisidor real, cargo que podría entenderse como detective.
En esta ocasión viaja a la isla de la Española, actuales Haití y Rep. Dominicana, para averiguar quién es el causante del incendio que acabó con la vida de casi 80 indios tainos recién bautizados y con él dominico que los incorporó a la fe de Cristo.
En sus indagaciones vamos conociendo la historia de los primeros años en la isla de la Española. Así como del trato esclavista que los españoles (castellanos) daban a los indios tainos dentro de las encomiendas dadas para su conversión al cristianismo, aunque los usaban para sacar oro de las minas explotándolos para tal fin. También nos relatan las costumbres y creencias de estos indios. Entre los personajes que aparecen sobresale Bartolomé de las Casas.
Y además de descubrir quién cometió el crimen que fue a investigar, Rojas se enamora de una cacica taina de nombre Higuemota, Ana de Guevara su nombre cristiano, hija a su vez de otra gran cacica, Anacaona, y quien une las inquietudes de su pueblo. Ella es quien le cuenta la Historia de los taínos.
En su conjunto la obra sirve o intenta servir para que los lectores puedan conocer mejor la historia del primitivo pueblo que habitaba en La Española, e incluso para pedir perdón por la forma en que los castellanos trataron a aquellos indios.