Por fortuna, también habían caído esos miserables pastores del mal que, escondidos tras sus alzacuellos, se habían aprovechado de su posición dominante en los colegios para explotar a los críos.
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Por fortuna, también habían caído esos miserables pastores del mal que, escondidos tras sus alzacuellos, se habían aprovechado de su posición dominante en los colegios para explotar a los críos.
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¿Qué diferencia hay entre que te guste una mujer de treinta años o un niño de doce? Tú no tienes la culpa. Viene en tus genes. ¿Por qué tanta mojigatería? Lo que hay que hacer, al igual que se hace con la prostitución en algunos países, es controlar ese deseo, manteniéndolo alejado de aficionados y arribistas, y compensando con generosidad a los padres de los niños. Y para eso estamos nosotros.
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Los culpables suelen estar siempre entre los que menos pensamos.
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Si Dios existe espero que tenga una buena excusa para el abandono en que tiene sumido al mundo
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Una vez más se felicitó por haber previsto en su momento una de las premisas que sabía que siempre se cumplían: nada dura para siempre.
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No necesitaba mirar el reloj para saber que los fantasmas de la noche ya se encontraban agazapados, esperando que diera cuenta de la frugal cena que se prepararía en un par de horas para adueñarse por completo de sus habituales pesadillas.
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—Esto es más emocionante que decir misa, ¿no, páter?
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Pensó en la caricatura de novela que estaba escribiendo y supo que la tendría que abandonar por un tiempo. «Tampoco va a perder mucho la Historia de la Literatura», pensó, y de pronto sintió en el estómago una sensación que tenía olvidada: el hormigueo que le indicaba el comienzo de la acción.
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10 negritos