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Louane, Katarina y Crystal son tres hermanas que se dedican a matar para el rey. Las tres con cualidades y forma de ser diferentes. Viven en una cabaña, alejadas del mundo y sin entablar relación con nadie, excepto entre ellas, su padre y los animales que corretean por el bosque. Louane tiene la capacidad de conectar con los animales, ellos son sus grandes amigos. Katarina se mete en la mente de las personas y le hace creer lo que ella quiere. Es cauta y hace las cosas con cuidado. Crystal puede hacer daño a cualquiera que la toque, si así, ella lo desea. Demasiado impulsiva. Desde pequeñas han sido entrenadas por su Padre, para convertirlas en lo que son a día de hoy, unas asesinas. Tres reinos están enfrentados: Avenson, Robertson y Auquijön. En su última misión, tendrían que matar al príncipe heredero de Avenson, pero su propio Padre las traiciona, lo que hace que tengan que huir. Eso hará que lleguen a Essex y se instalen ahí, haciendo amistades con los del pueblo. Saben que las están buscando por lo que han hecho y ellas están decididas a averiguar la verdad sobre lo que ha pasado realmente. En su búsqueda de la verdad, van descubriendo personas que son como familia, incluso se enamoran. Conocen a los mezzios (esa gente, aunque ha hablado poco de ella), me encanta. Y la resistencia, que harán todo lo posible por recuperar lo que es suyo. El final es demasiado rápido, me dejó con ganas de más. Aunque la autora me engañó por un instante. La historia tiene enganche y es amena. |
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