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Cuatro adolescentes que se conocen, pero no. Dos parejas de mejores amigos, una de hermanos, y otra de tiras y aflojas. Declan siempre ha estado a la sombra de su hermano mayor. Ha terminado pasando desapercibido y conviviendo con sus padres y un extraño. de carácter más reservado, adora la fotografía y pasar el tiempo con su mejor amiga, Peyton. Connor aparenta lo que los demás quieren ver en él. Popular en el instituto, tiene lo que siempre ¿ha querido? Entre sus hobbies no oficiales está la historia, en especial la de su propia etnia, y la repostería. Micah no puede evitar que se le vayan los ojos cada vez que le ve. Sin embargo, es algo que nadie sabe. Ni siquiera, su mejor amigo. Con mucho dinero a sus espaldas y unos padres ausentes, vive en soledad, aunque nadie sabe que ese es el motivo que hay tras cada fiesta que monta. Peyton no es una chica cualquiera. Libre, alocada, decidida, amante de la mecánica... Sabe que su futuro está detrás de llaves inglesas y motores. Adora a su mejor amigo y, a veces, se permite suspirar por su hermano. Conoceremos los líos desde el principio y los seguiremos hasta que se enredan y hay que tomar decisiones. Un libro en el que veremos escenas terriblemente reales y tristes, pero en el que también tendremos nuestra dosis de tensión y salseo. No he podido adorarles más, sobre todo a P, esta chica es especial de verdad. Y, aunque al principio C no ha sido santo de mi devoción, se ha ganado parte de mi corazón. Ya os he dicho que me encanta cómo escribe Elsa. Sus personajes y narrativa te enganchan desde el principio y tú solo tienes la opción de continuar hasta terminar. Actuaciones a través del miedo, aceptar quiénes somos, vivir con lo que tenemos, impotencia (mucha), luchar por los sueños... Y un final muy real. Merece la pena por mil, lo aseguro. |
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