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Estamos ante una obra sorprendente en muchos sentidos y debo decir que me ha enganchado: la he devorado en dos días y eso porque necesitaba dormir. Los personajes principales, Kano y Alice, brillan con luz propia y están muy bien construidos. Ambos son en cierto modo dos personas apartadas por la sociedad. Kano es un hombre de ascendencia japonesa e inglesa dividido entre la tradición y la libertad de ser él mismo, la necesidad de recorrer su propio camino. Alice sufre de acoso escolar y es rebelde, decidida y guerrera. No es de extrañar que surja un romance entre ellos a pesar de la diferencia de edad, y ambos se enamoren de un modo puro y no erótico que no se ve mucho en las novelas románticas. Son personajes con sus luces y sus sombras y quizás me ha costado un poco empatizar con ellos en determinadas situaciones en las que si bien puedo entender su actitud, no la comparto en absoluto. Debo aclarar que su historia de amor no es una de esas situaciones "condenables" en mi opinión, pero sí que me hubiera gustado que el autor dedicase más páginas al "mientras", a cómo se van conociendo hasta que llegan a enamorarse. Me ha gustado también conocer un poco más la cultura japonesa y no me hubiera importado que el autor explicase más algunas referencias sobre ella. Esta obra tiene algunas partes ciertamente polémicas pero ese es el estilo irreverente del autor que ha conquistado ya a muchos lectores y lectoras. Os recomiendo sin lugar a dudas esta obra porque os va a enganchar sin que os percatéis y al final transmite una gran lección de vida: la felicidad se encuentra lejos de las convenciones sociales. |
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