Mantiene la intriga policiaca desde las primeras páginas hasta las últimas, sobre un fondo que lentamente se va aclarando: el poder alcanzado por pastores de iglesias protestantes en Latinoamérica, que se nutren de la pobreza, ignorancia y problemas emocionales de las personas, susceptibles de ser manipuladas por estos personajes que aprovechan su oratoria, carisma y riqueza acumulada para ejercer influencia en los creyentes, hacer alianzas con políticos regionales o nacionales y manipular las leyes o la justicia. Problemática evidente en países como Brasil donde el voto protestante o evangélico se ha vuelto decisivo. Es también conmovedora la historia del niño indígena
|