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Las mejores frases de Perder es cuestión de método (1)

Tandisquemoiquatrenuits
Tandisquemoiquatrenuits 04 November 2021
Guzmán era el periodista más lúcido de su generación: un hombre culto, obsesivo, con intuición. Silanpa lo veía discutir con sus compañeros de sección sobre los diferentes casos y sentía orgullo. «Ese es mi amigo», se decía, y se daba cuenta de cómo los ponía en jaque, de cómo siempre era Guzmán, inexperto y neófito, el que lograba resolverlo todo llegando al fondo de la cuestión, encontrando la pista, sabiendo dónde y cómo buscar lo que parecía inencontrable.
Cuando Silanpa pudo entrar por fin a judiciales Guzmán fue ascendido al cargo de editor, que para él era lo más natural del mundo y que, en realidad, ya asumía desde hacía varios meses por su dinamismo y perspicacia. A partir de ese día los más tempraneros, los que llegaban en los primeros buses al periódico, lo encontraban sentado, fumando, tomándose frente a la pantalla un café negro con los ojos inyectados. Guzmán gesticulaba, se emocionaba con la realidad y la perseguía como a una presa. Quería anticiparla, comprenderla, casi seducirla...
Trabajaba hasta muy tarde. Cuando los últimos redactores diurnos se habían ido Guzmán seguía ahí, con su corbata descentrada, en mangas de camisa y fumando Pielroja tras Pielroja, dando instrucciones a los redactores de la noche y encargando investigaciones, haciendo llamadas, pasándole revista a sus chivatos y, en ocasiones, saliendo a la carrera a buscar algún dato urgente.
Al filo de la medianoche se iba, a veces con Silanpa, que lo esperaba tomando ron con los de provincias, o a veces solo, y todo el mundo sentía que faltaba algo importante cuando Guzmán no estaba, que una de las columnas del periódico se había esfumado.
El rápido ascenso convirtió a Guzmán en un hombre ensimismado. El trabajo ocupaba la totalidad de su cerebro y cuando le hablaban miraba hacia una de las esquinas del techo, como vigilando sus ideas. Las salidas nocturnas lo llevaron primero al alcohol y, de ahí (eso Silanpa nunca lo supo a ciencia cierta), a las drogas... Decían que se drogaba para soportar el trabajo, para estar lúcido y despierto todo el día y toda la noche. Desde su cargo de redactor en judiciales Silanpa podía observarlo de lejos y alimentar su admiración. Pero al acercarse vio que Guzmán comenzaba a extraviar la brújula. Cada día se emborrachaba más temprano, cada vez los tragos de ron eran más largos.
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