Phobia

"Phobia" de Wulf Dorn es la segunda novela que leo de este autor, y seguramente ha sido la lectura más adictiva de este mes de Diciembre.

La única novela que había leído previamente de Wulf Dorn se titulaba "Los herederos", una historia que me gustó bastante, pero creo que con esta he disfrutado todavía más, eso sí, por la nota final del autor, creo que debería haber leído antes "La psiquiatra", ya que uno de los personajes de esta historia (Mark Behrendt) también aparece en esa novela. Eso no va a cambiar lo mucho que he disfrutado de este libro, pero tomo nota porque también lo tengo esperando en casa.

La historia comienza cuando una noche en la que su marido está de viaje, Sarah escucha ruidos en su casa que, por un lado le recuerdan a Stephen, su marido, pero que por otro no pueden serlo porque él no está, así que cuando decide comprobar qué está pasando se encuentra en la cocina a un hombre que dice ser Stephen, que actúa como Stephen y que a pesar de quedarle algo pequeña, lleva puesta la ropa de Stephen. Ya podéis imaginar la situación. A Sarah se le ponen los pelos como escarpias, pero después de esconder bien a su hijo de seis años, consigue escapar de casa y desde la de sus vecinos llamar a la policía. El problema es que la policía no acaba de creer su historia. Su marido parece seguir de viaje y desde luego en la casa no hay rastro de ese "desconocido" que asegura haber visto.

Sarah sabe lo que ha visto y además no logra comunicarse de ningún modo con su marido, así que pide ayuda a un buen amigo de su infancia Mark Behrendt, a quien hace años que no ve y que no está pasando por su mejor momento. Aunque al principio Mark renuncia a ayudarla, finalmente piensa que quizás ayudar a Sarah pueda servirle como terapia para sí mismo y juntos intentarán resolver todo el misterio que envuelve la desaparición de Stephen.



La verdad es que esta es una novela en la que la intriga y la tensión no se hacen esperar ni dos capítulos y además se mantiene así hasta llegar al final, lo que me ha parecido fantástico. Es de esos libros que casi no se pueden soltar desde el momento en que conectas con la historia, hay mucho diálogo que agiliza el avance de la narración y los capítulos son muy cortos, así que el final de uno ya te incita a leer el comienzo del siguiente.

Personalmente he disfrutado muchísimo con la lectura de este adictivo thriller psicológico, con el ritmo de la historia, pero lo que más me ha gustado es estar más perdida que un pulpo en un garaje. La de hipótesis que se me han ocurrido a lo largo de la lectura (incluida que Sarah estuviera un poco paranoica) son de traca, pero me ha divertido mucho seguir elucubrando posibilidades que por supuesto nada han tenido que ver con la resolución final.

En cuanto a los personajes, tanto Sarah como Mark me han gustado bastante. Ella, a pesar de la situación que está viviendo no ceja en su empeño por descubrir qué ha pasado con su marido y al principio de la novela no da la sensación de que vaya a ser tan decidida. Hace tiempo que trabaja desde casa porque empezó a sentir unos episodios de miedo que poco a poco le impidieron trasladarse hasta las oficinas de la editorial en la que trabajaba, así que verla enfrentarse a todo lo que le va ocurriendo ha sido una sorpresa.

En cuanto a Mark, resulta muy misteriosa una cosa que le ocurre antes de encontrarse con Sarah y que me hizo pensar que él tendría más peso en la historia o que quizás ésta iba a tomar un derrotero diferente, pero luego el autor ya no vuelve sobre ello, así que espero que próximamente Dorn siga tirando de este personaje, porque ahí hay seguro una buena historia que contar.

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“En nuestra sociedad civilizada, la muerte se ha convertido en un entretenimiento. Y cuanto más horrible parece, más éxito tiene.” ~ Phobia de Wulf Dorn.

Sarah y si hijo están un día en casa. Su marido se ha ido de viaje de negocios pero vuelve repentinamente. Sarah escucha los sonidos inconfundibles del coche aparcando, la cadencia perfecta de sus pasos por la gravilla, su forma de abrir la puerta y de adentrarse en casa. Pero, cuando lo ve, no es su marido y extraño se comporta como si lo fuera e incluso viste sus ropas. Pero, ¿quien es ese hombre y qué hace en su casa? Más aún, ¿dónde está su marido y por qué ese hombre viste sus ropas? Y hasta aquí puedo contar; el resto, mejor descubrirlo leyendo porque es un no parar.

Supongo que decir que no lo he leído de un tirón de milagro es explicar un poco lo que me ha parecido este libro. Lo cierto es que lo cogí, eché un ojo así en plan “a ver de qué va” y cuando me di cuenta me había bajado cien páginas. Este libro no se lee: se bebe. Caes en las garras de la narración ya en el primer capítulo; quieres saber qué le pasa a Sarah, quién es el hombre que se pasea por su vida diciendo que es su marido y por qué; buscas respuestas a las preguntas que te haces desde el momento uno.

Segundo libro que leo de este autor y por lo que veo Rulf Worn tiene la capacidad de ir hilando la historia paso a paso, de forma coherente, sin prisa pero sin pausa y giro tras giro. ¡Caramba! Es que no era capaz de acabar un capítulo sin echar un ojito, así como quien no quiere la cosa, al siguiente... y ya sabéis qué pasa luego.

"Phobia" es una de esas novelas que con un planteamiento original atrapa al lector desde las primeras páginas con una promesa de tensión y acción trepidante que sin duda cumple a pesar de que en algún momento existen valles en el ritmo. Una novela en la que Wulf Dorn juega con los miedos de sus personajes principales, unos miedos que en ocasiones llegan a incapacitarlos para seguir con su vida.

El autor, con una prosa sencilla y directa que da prioridad a la acción, pasa un poco por encima de las emociones de los protagonistas, que si bien están presentes y se nos habla de ellas, juegan un papel accesorio porque en “Phobia” lo principal es saber quién y por qué.

No cabe duda que Wulf Dorn sabe lo que se hace y nos implica rápidamente en la composición de este puzle descabellado guiándonos, a través de giros y sorpresas, hasta un desenlace en el que cada pieza encaja en su lugar, un desenlace que responde exclusivamente a todas las preguntas de la trama principal.

“Phobia” se convierte en una búsqueda de respuestas que impele al lector a leer de forma compulsiva. Es una novela muy dinámica, no solo por la trama en sí misma y por esa narración en la que prima la acción, sino que además en su aspecto formal nos encontramos con capítulos de extensión relativamente corta, así que la novela me hizo caer en esa trampa mortal de un capítulo más y lo dejo...

En resumen, “Phobia” es una novela ágil y adictiva que con un estilo sencillo y directo recrea el ambiente asfixiante y lleno de angustia en el que se ven envueltos sus protagonistas y lanza al lector en una carrera imparable por saber qué ocurrirá. Un thriller psicológico que cumple sobradamente su función de entretenimiento. No me cabe duda de que volveré a leer a este autor.

Recién acabo de terminar esta novela, y me ha hecho sentir varias emociones mientras avanzaba con su lectura.
Sentí incertidumbre, asombro, bronca, he incluso me ha hecho llorar en las últimas páginas en una conversación entre Sarah y Stephen.

La historia comienza con el asesinato hacia un personaje que se nos presenta como Jay, y que cuyo asesino se lamenta y se pone mal al ver cómo convulsiona Jay debido a un liquido que le inyectó.
Esto me desconcertó un poco, pero más adelante entendemos el porqué de esto.
Luego nos encontramos con Sarah, una mujer que a pesar de que pareciera tiene una vida perfecta, es atormentada constantemente por ataques de pánico y una extraña fobia que le recuerda constantemente que es inútil o tonta. Todo esto es gracias a una infancia tormentosa donde su padre no se cansaba de recordárselo a ella y a su madre.
Esto la lleva a dejar un hermoso trabajo en una editorial por miedo al fracaso, y confinarse en su casa.
Stephen (su marido) por otro lado, viaja por todo el mundo debido a su trabajo, quedando solo en casa Sarah junto al pequeño hijo que tienen.

Una noche, mientras Sarha está en su cuarto con su hijo, siente el auto de su marido llegando a casa, y se asombra de que vino antes de tiempo. Todos los sonidos (cómo su marido mete la llave para abrir la puerta, el ritual de ir directo a la nevera, la forma en la que camina, todo, todo) a Sarah le sonaba familiar pero cuando ésta entra a la cocina se da cuenta que el tipo que está allí no es su marido, sino un extraño vestido con la ropa Stephen y con la cara toda quemada y llena de cicatrices, lo cual le forma unos rasgos aterradores.
El autor nos deja bien en claro que este extraño sujeto ha estudiado desde los movimientos más simples a la familia de Sarah. He incluso, cuando ella lo enfrenta, el extraño actúa como si en verdad fuese su esposo.
Luego de esta horrible escena, el objetivo de Sarah es descubrir quién fue el desquiciado que hizo eso, esto la lleva a dejar de lado sus fobias y miedos irracionales y adentrarse en una investigación junto a Mark, su amigo de la infancia. Y más porque su marino ha desaparecido desde aquél día y lo peor se teme.
El misterio en este libro se mantiene hasta la ultima página, lo cual me ha encantado muchísimo, porque te preguntas a cada rato ¿pero qué quiere? ¿por qué se comporta así?

El motivo que lleva a actuar de esa manera al usurpador me dejó totalmente sorprendida, nunca pensé que la mano iría por ahí (obvio que no se los puedo decir).

También aprendemos que este sujeto que inspira miedo y desconcierto, también es humano y ha tenido una historia difícil, razón por la cual hace lo que hace.
Jaja, estoy mal, lo sé, pero el castigo que el extraño le da a Stephen me ha encantado, por mi se lo merecía, porque lo que hizo no tiene perdón (creo que no estoy siendo políticamente correcta, nunca lo he sido) ustedes al leer esta novela me juzgaran o no.

La edición que tengo en mis manos es de lo más bonita, tapa dura con sobrecubierta y con relieve.
Es una buena lectura, la he disfrutado muchísimo y pienso leerme los otros dos libros que tiene el autor algún día.

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Así que llegas a casa y un loco que dice ser tu marido te pide que lo esperes en la habitación, que enseguida sube contigo y con tu hijo. ¿Cómo reaccionarías? Me da que entrarías en pánico, del mismo modo que la protagonista de Phobia. No sabes quién es ese tío ni qué quiere de tu familia, pero que él esté en tu casa solo puede significar una cosa: Algo le ha pasado a tu marido, el de verdad.

Espera, no. Que no es el tuyo, sino el de Sarah. Pero la historia mantiene una tensión constante e invita a divagar, a pensar en qué harías tú de estar pasando por una situación similar. Es normal que el miedo se apodere de Sarah y más cuando este desconocido empieza a dar señales de estar obsesionado con ella, de conocer cada uno de sus pensamientos y secretos mas íntimos. ¿Hay algo peor? Pues sí: La policía no la cree.

Con este ritmo empieza una novela que, aunque con altibajos, mantiene muy bien la inquietud del lector y su creciente interés por saber en qué acabará todo. Los personajes evolucionan (Algo que siempre me encanta) y se van descubriendo delante de nosotros para intentar hacernos cambiar de bando. Ya sabéis, los malos no siempre son tan malos o al menos eso es lo que al autor le gusta hacernos creer.

¿Pegas? Las mínimas, pero siempre habrá alguna. El hijo de Sarah pudo tener un papel mucho más relevante y aunque en varias ocasiones se insinúa lo cierto es que no llega a tener grandes aportaciones a la trama, tan solo en los primeros capítulos (Por cierto, tan cortos que en cualquier rato libre que tengas puedes animarte a leerlo). Tampoco me terminó de convencer la dualidad del antagonista, y es que aunque él mismo justifica gran parte de sus acciones en uno de los mejores capítulos de la novela, hay otras a las que no les veo ni pies ni cabeza. Pero oye, quién soy yo para cuestionar las decisiones de un pirado... ¿O no está tan loco como parece?
Los miedos tienen una importancia decisiva durante toda la historia, aunque el libro no busca contagiarte su angustia ni asustar. En todo caso, persigue involucrarte en la trama y que profundices en tus propios miedos, los personales, los que ya estaban ahí mucho antes de leer el libro.

Una vez más tenía la impresión de que la estructura de la novela estaba hecha para llevarla al cine, con saltos de unos personajes a otros para mantener la tensión y revelarnos la información justa y necesaria. Es indiscutible que la novela consigue atrapar y mantener sus secretos bajo llave de principio a fin. Hay muchos cliffhanger (Que para el que no lo sepa, consiste en hacer que el capítulo acabe mal para que quieras seguir leyendo más) pero sin abusar, en su justa medida.

¿Y al final? Un giro de tornas que te hará replantearte todo lo que has leído antes, incluso tu propia forma de vivir la vida y de justificar tus acciones. de interpretar tus miedos. de tomar decisiones. Como un cuento con moraleja pero por descontado, para adultos muy adultos y con hambre de novela negra.


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