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Crítica de AlhanaRhiverCross


AlhanaRhiverCross
23 December 2020
No me voy a entretener haciendo un preludio con todas las novelas que he podido leer a estas alturas de Paula Gallego, porque a día de hoy es una de mis autoras favoritas e imprescindibles y una en las que más confianza tengo para cualquier cosa que se proponga escribir. No tiene sentido que os enumere aquí sus anteriores novelas así que si tenéis curiosidad, podéis pasaros por el final de esta opinión y veréis las portadas de algunas de sus historias, la mayoría, que ya tienen reseña en este rincón literario. Por lo demás, adelanto que Paula lo ha vuelto a hacer y desde ya puedo añadir otra de sus novelas a mi lista personal de top ever, siendo además una de las pocas autoras del panorama actual con la que no me he llevado ni una pequeña “decepción” con ninguna de sus novelas publicadas hasta la fecha y, visto lo visto, tiene pinta de que así va a seguir la tendencia.

En esta ocasión, Paula Gallego se adentra en la distopía juvenil mostrándonos un mundo postapocalíptico, con un toque terriblemente de actualidad, en el que una extraña enfermedad que actúa por fases hasta llegar a la muerte ha mermado a la Humanidad y ha obligado a las personas a recluirse en ciudades fortaleza para poder mantener el virus controlado. ¿Os suena? Sí, obvio, aunque hasta aquí todo el parecido con la realidad, porque prácticamente ya en los primeros capítulos avanzamos unos diez años en el futuro, un futuro deprimente en el que una única ciudad llamada el Hades está en posesión de las únicas existencias de vacunas que pueden salvar la vida de los enfermos. Dentro de esta ciudad fortificada con estrictas medidas de seguridad para entrar y salir se ha establecido una sociedad clasista que divide a las personas según su labor dentro de la escala de funciones (soldados, científicos, civiles…) y como son ellos los que manejan el cotarro de las vacunas, de vez en cuando hacen incursiones al exterior para ver cómo pueden abusar de los que no tienen la suerte de vivir en semejante paraíso distópico. Con esta clasificación de dentro y fuera del Hades podemos empezar a hablar de los personajes, porque sin duda son la clave de Una tormenta de fuego y la trama avanza a distintos ritmos y tiempos según los puntos de vista de cada uno mientras los vamos conociendo.

De esta forma, la novela está estructurada en varias partes, contada en distintos tiempos y dividida en capítulos nombrados con dos de los personajes principales: Astrid y Elliot, ella del Hades y él del exterior del Hades. Sin embargo, diría que la protagonista absoluta de la historia (por su peso en la narración en comparación con el resto de personajes principales y porque además es a la única en la que se nombra en la sinopsis oficial) es Astrid Kinney. Ella es quien tiene más capítulos narrados desde su punto de vista y también a quien seguimos en las escenas más relevantes para la historia en general, al menos en esta primera parte de la bilogía. Astrid es una guerrera letal y perseverante con un carácter fuerte, desconfiada por naturaleza, con gran capacidad para el combate y para la estrategia de ataque. Se ha criado como Guardiana en el Hades después de que la separaran de sus padres por el bien de su formación como miembro de esa nueva sociedad, para que no tenga ningún vínculo afectivo con nadie, familiar o amigo, que pueda entorpecer su labor como guardiana. Esa rígida norma no impide que, tras un comienzo clarísimo de frenemies y de enemies to lovers y de un poco de todo eso que nos encanta a los lectores, termine conectando tanto con Eyra Sharman como con Kenneth Ashby, otros dos guardianes del Hades y dos de los personajes secundarios más relevantes para el desarrollo de la trama por parte de Astrid, a quienes conocemos en la narración de la protagonista en sus pasajes del pasado, como flashbacks en los que va recordando sus días anteriores como guardiana del Hades y su férreo entrenamiento en los barracones de los cadetes. Para bien o para mal, ambos terminan influyendo tanto a Astrid que suponen dos engranajes clave para su evolución desde esos flashbacks hasta los capítulos referidos al presente y que tras su paso por este libro, espero que se dejen ver más en la continuación porque creo que dan para muchos hilos de los que tirar aún. Aunque por ahora, todo conjeturas mías.

Por otro lado, tras un giro de los acontecimientos en la reglada vida espartana de Astrid, la guardiana modélica termina escapando para salvar su propia vida en una huida frenética por los bosques de la periferia y conoce a Elliot, el tercer vértice que le falta a Astrid para convertirla en un personaje con una construcción tridimensional, porque tiene un pasado que nos va revelando, estamos siendo testigos de su presente y se acaba de encontrar con su futuro. Elliot es un chico con formación de médico que vive en una de las ciudades perimetrales abandonadas a su suerte sin la protección del Hades y sus vacunas, con la misión personal de ayudar a su familia a sobrevivir a la enfermedad jugándose la vida para intentar llegar a la capital fortificada. Es algo tímido, muy pacífico y encantador, confía fácilmente en los desconocidos porque (cree que) sabe calar bien a la gente y resulta ser un personaje de lo más interesante por los matices personales que tiene en sus características y su forma de concebir las relaciones. También cuenta su parte de la historia en primera persona con capítulos alternos desde su punto de vista aunque claramente tiene menos peso que Astrid y solo se convierte en narrador en determinado tramo de la novela. Debo decir que me han sabido a poco sus capítulos dedicados y que me hubiera gustado más equilibrio entre ambos narradores pero mientras yo voy preparando los papeles de la adopción tengo la esperanza de que las tornas se inviertan un poco en la continuación de la bilogía o al menos se igualen.

Respecto a la ambientación y el worldbuilding puede parecer que se trata de una novela más en la que se ha implantado un régimen injusto tras una catástrofe planetaria con la excusa de imponer un poco de orden entre los pocos supervivientes que quedan, como ocurre en muchas otras novelas de futuros hipotéticos. Sin embargo, sabiendo que la base de la creación de ese mundo es esta, todo lo demás es fácilmente disfrutable al ir viendo cómo funciona y por qué se formó ese régimen. Además, la autora tampoco peca de infodumping así que no llega a saturar con demasiados conceptos ni ideas muy complejas de esa sociedad. La narración que gira en torno a las descripciones del Hades y de las ciudades perimetrales es sencilla y deja bastante a la imaginación de los lectores precisamente por el mismo motivo anterior: aunque solo sea por el cine y la televisión, son muchas las sociedades distópicas similares que ya tenemos en mente, por lo que no resulta necesario detenerse en cada detalle y la autora se centra más en la construcción de los personajes y las conexiones entre ellos que, al fin y al cabo, son los que nos mantienen enganchados con la trama.

Por lo demás, Paula Gallego me demuestra una vez más su versatilidad cambiando de género y ejecutando una trama de acción futurista con la misma solvencia como la que demuestra en romántica. Sí que es cierto, y para no llevar a engaño, que es una distopía de acción con apenas toques de ciencia ficción (más allá del tema tecnológico básico) pero se debe a que avanza unos pocos años en el futuro con respecto a nuestra realidad y además lo que muestra es una involución de la Humanidad al quedar arrasada por la enfermedad misteriosa, así que realmente los pilares más fuertes sobre los que se asienta la novela son los personajes y la trama que los conecta a todos. Como viene siendo habitual en esta autora, el factor romance es casi tan importante como el elemento acción y, sobre todo, se aprecia también la diversidad como seña de identidad en la construcción de sus personajes. Amistad, romance, familia, todos esos lazos van uniendo y separando a los personajes principales y los conceptos de lealtad y traición se van fusionando en el hilo conductor de la trama central a través de los ojos de Astrid. Todo ello convierte a esta novela en una historia new adult de lo más adictiva, entretenida y una primera parte para nada introductoria, con un cliffhanger final que nos hace desear que el día de publicación de la segunda y última parte fuera para mañana a primera hora.

Teniendo en cuenta todo lo anterior, ya imaginaréis cuál es mi conclusión ante semejante lectura adictiva: una recomendación clarísima, tanto de novela como de autora. No he podido soltarla fácilmente porque Paula, fin todos sus elementos cuadran con tal armonía que puede ser una lectura perfecta tanto para habituales del género como para aquellos que quieran probar con ciencia ficción light, una novela juvenil con un estilo de narración y worldbuilding más sencillo y que sigue teniendo el romance como uno de los motores principales a la hora de impulsar a los personajes, como ocurre en el resto de novelas de esta autora. Me quedo a la espera de poder terminar la bilogía mordiéndome compulsivamente las uñas con paciencia pero con unas ganas tremendas de ver qué narices va a pasar con Astrid y compañía tal y como se han quedado las cosas en esas últimas páginas. Si no conocéis a Paula Gallego, mi consejo es que os animéis con este libro porque, si ya habéis tenido la suerte de poder leerla en alguna ocasión anterior, no necesitaréis muchos más argumentos para salir convencidos de aquí.
Enlace: https://enmitiempolibro.blog..
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