 |
Tabit es un joven estudiante de último año de la Academia de los Portales, una institución encargada de pintar y estudiar los portales que se usan en Darusia para poder viajar por todo su territorio. Cuando recibe como proyecto final pintar un portal para un campesino en Uskia descubrirá que la bodarita, el mineral rojo que usan como material para pintar los portales se está agotando. Tabit se verá inmerso en un gran misterio que involucra a los pintores de portales y que le llevará a seguir los pasos del Invisible, un personaje misterioso y del que cuentan muchas historias extrañas. Con la ayuda de un joven guardián de portales, de un misterioso minero y de Caliandra intentará resolver este misterio que les llevará incluso a plantearse los limites de los viajes espacio-temporales. Es el tercer libro que leo de la autora y me ha gustado mucho. Lo que más me han gustado son los personajes, por un lado tenemos a Tabit que es un chico cuya vida no ha sido fácil pero que ha sabido salir adelante. Es bastante cuadriculado y le gusta seguir las normas. Como contrapunto tenemos a Caliandra una joven de buena familia a la que no le gusta seguir las normas y que actúa por intuición. También destacaría al maese Belban un hombre al que la muerte de su primer ayudante le ha perseguido toda su vida y que le ha impulsado a seguir estudiando las propiedades de la bodarita. Me parece que la autora hace gala de un gran imaginación en esta historia. También me gusta la idea de que la historia suceda en una especie de escuela donde los estudiantes aprenden a manipular las leyes del espacio ya que el proceso de dibujar un portal va mucho más allá de un mero dibujo. Lo que menos me gustó es la parte romántica ya que aunque me lo esperaba creo que aparece de manera un tanto precipitada y que nace tras un rechazo previo. "No existen fronteras para aquellos que se atreven a mirar más allá" |
>
