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Desde hace poco más de un año, Paula Gallego se ha convertido en una autora habitual por este blog precisamente desde que descubrí de casualidad la primera novela que leí de ella, 13 Horas en Viena y que tenéis reseñada por aquí. Se puede decir que esta novela es la segunda parte pero, si hablamos con propiedad, es más bien un spin-off que aunque vaya a continuación cronológicamente, se puede leer de forma independiente porque las historias no se conectan más que con algún secundario en cada una. Así que también podéis leer esta opinión personal sin miedo a enteraros de nada porque no voy a comentar aspectos importantes de la trama. En mi opinión, como digo, se podrían leer ambas novelas de forma independiente, pero si habéis leído ya 13 horas en Viena, la trama continúa para Kenny en el mismo punto en que se quedó, siguiendo adelante con su vida de limitaciones físicas preocupado porque su hermano pequeño Erik se pase su juventud pendiente de él y se olvide de disfrutar de la vida y de su novia, con la que tiene que mantener una relación a distancia autoimpuesta para poder permanecer cerca de Kenny. al mayor de los Nordskov no le hace ninguna gracia sentirse dependiente de nadie a pesar de vivir independizado y solo en su pisito. Pero cuando conoce a Lena a través de una red social para artistas, decide que puede probar a vivir con alguien que no le trate continuamente con condescendencia sino todo lo que contrario, dado que Lena se considera su fan número uno por ser el artista más popular (y misterioso) de la red social que frecuentan. Así comienza una bonita relación de admiración y ayuda mutua para superar traumas y miedos que acompañan a los dos protagonistas durante demasiado tiempo. La trama se va desarrollando a través de muchísimas escenas con alta tensión emocional, con los sentimientos a flor de piel reflejándose en los pensamientos de Kenny y Lena. Además, continuamente hay encuentros, digamos, “artísticos” entre ambos porque a uno le encanta dibujar y fotografiar y la otra no se queda atrás con sus pinturas y sus fotos, así que las interacciones tienen una alta carga de sensualidad a través del objetivo de las cámaras o de la mano experta que guía el lápiz. Relacionado con esto, la autora ha sabido crear muchísimo material extra que se puede ir visualizando a la vez que se lee, como teasers, ilustraciones o fotos y aesthetics que nos ayudan muchísimo a conectar con la historia. En este punto, tengo que resaltar a Kenny como uno de los protagonistas que más me han convencido de todos los personajes que ha creado Paula Gallego hasta ahora. No debe de ser fácil ser un chico como Kenny, cuyo orgullo propio y un constante afán de superación por encima de sus posibilidades no le permite ser menos duro consigo mismo, se exige demasiado y no deja que los demás sean el apoyo que tanto necesita. En conjunto, su personalidad es compleja, muy atractiva (más allá del físico, que ni os cuento) y lo suficientemente bien definida ya en la primera parte como para haberse merecido su propia novela. Aquí lo conocemos bastante mejor porque ahora su evolución está marcada por su relación con Lena, que en mi opinión y pese a que también está construida de una forma solvente, se queda en un segundo plano porque Kenny eclipsa a cualquiera. Además, con él podemos ver en profundidad lo que es tener que lidiar día a día con una discapacidad como la que arrastra desde su infancia, que no siempre solemos ver casos como el suyo en la literatura, y menos en la juvenil. Una de los aspectos que más me han llamado la atención (y casi a lo que tenía más miedo) es que Paula ha tomado buena nota de alguna de las sugerencias que le hicimos l@s lector@s tras leer la anterior parte y que aquí es uno de los puntos más fuertes: Kenny Nordskov es el protagonista indiscutible de esta historia. La mitad de la novela, en capítulos alternos, está contada en primera persona desde su punto de vista, mientras que el resto de capítulos corren a cargo de Lena, su compañera de piso. Personalmente, disfruto mucho más de una historia cuando puedo ver con más amplitud todos los puntos de vista implicados cuando no se trata de un narrador omnisciente y que fue una de las cositas que me flojearon en la primera parte. Además gracias a esta estructura narrativa me ha mantenido emocionada con cada página, sufriendo con cada contratiempo que han tenido que superar los protagonistas y tan metida en la historia durante unos días que cuando quise darme cuenta se había terminado después de ese último tramo final tan intenso. La prosa de Paula Gallego es simple y concisa, pero a la vez, llena de sentimiento. Describe muy bien todas las emociones y los pensamientos que van teniendo ambos personajes, lo que ayuda infinitamente a conectar con ellos sin necesidad de aprobar sus acciones y reacciones, simplemente porque las comprendemos aunque no las compartamos. Su estilo comienza a ser bastante reconocible porque tiene algo muy personal que lo hace único y se trata, sobre todo, de su forma de transmitir sentimientos de manera tan sutil, sin describirlos exactamente pero dejándolos patentes con cada frase escrita y que hace que seamos l@s lector@s quienes nos imaginemos esas emociones. En resumen, una bonita historia de superación que se va directa al saco de mis libros recomendados a partir de ahora. Paula Gallego ya contaba con mi aprobación pero siempre es agradable ver cómo con cada novela que leo me va gustando más y más. Sus historias siempre me sacan una lagrimilla cuando termino de leerlas, pero en el buen sentido porque son emociones muy intensas que durante toda la novela se van acumulando y resulta imposible no emocionarse al acabar. Desde luego disfrutaréis tanto como yo con esta novela (con la autora en general) si lo vuestro son los dramas románticos, pero igualmente creo que cualquiera puede acercarse a esta historia si os gustan las tramas en segundo plano porque los personajes son demasiado potentes. Enlace: https://enmitiempolibro.blog.. |
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