Un día encontrarás a alguien capaz de desatar una tormenta en tu interior, un incendio incontrolable y devastador. Cuando lo encuentres, ábrele la puerta. Deja lo arrase todo a su paso, que su intensidad te consuma y que todo arda hasta que solo quedes tú, tu alma desnuda, y sin filtros, ni barreras, ni condicionantes, ni prejuicios, ni lindezas. Pura. Deja que el fuego lo devore todo, que la tormenta sea asoladora. Y descúbrete. Descubre qué hay algo bajo las ruinas, que enterraste en tu interior. Permite que el incendio descubra qué guardan las profundidades de tu océano. |