13 Horas en Viena

La historia nos sitúa primeramente en Viena, Erik y Kat son dos completos desconocidos hasta que el destino los une en los juegos juveniles de Viena. Allí empezarán a tomar confianza el uno con el otro y a conocerse mejor. Kat y Erik practican deportes muy distintos, mientras que Kat se dedica al boxeo, Erik es un gran saltador de trampolín. Pero los juegos no duran eternamente, y el tiempo en Viena se acaba. Ambos deciden aprovechar al máximo sus 13 últimas horas en Viena y deciden tener un romance corto pero intenso, uno que jamás olvidarán. Tres años más tarde, volverán a encontrarse en París de casualidad. Muchas dudas del pasado surgirán y Kat evitará a toda costa que el perfecto recuerdo de esas 13 horas en Viena cambie. Han pasado tres años y ambos han cambiado, pero, ¿conseguirán mantener intacto el recuerdo de Viena o crearán uno nuevo en París?



Desde que empecé la novela me sumergí por completo entre sus páginas y me quedé maravillada con la pluma de la autora. Sabe como mantenerte enganchado a sus páginas sin que te des cuenta. Me he encontrado con una historia de amor imposible de olvidar, que me ha hecho emocionarme y reírme a partes iguales. Una novela que te hace sentir, y que no te deja indiferente.



En cuanto a los protagonistas, por un lado tenemos a Kat. Es una chica joven pero con los pies en la tierra y que sabe lo que quiere. Una luchadora y una guerrera, es un personaje que desprende mucha fuerza y te la transmite con sus actos y palabras. Me ha encantado el deporte que ha elegido la autora para ella, boxeo. Para mí este deporte ha representado perfectamente su valentía y su fuerza. En resumen, ha sido una maravillosa protagonista femenina, fuera de lo que estoy acostumbrada a ver en novelas románticas.









En cuanto a nuestro protagonista masculino nos encontraremos con Erik. Un chico al que cogeremos cariño desde el principio. Es un personaje entrañable, cariñoso, entregado, en ocasiones lo he visto más dulce incluso que Kat. Erik también es un chico muy familiar y que se preocupa por sus seres queridos, sobre todo por su hermano Kenny. Me ha parecido un personaje perfectamente definido, y sí, he sentido debilidad por él, me ha fascinado.



También tendremos algunos personajes secundarios que forman parte de la vida de ambos, como Max, el actual jefe de Kat, Kenny, el hermano de Erik, Diana, la mejor amiga y compañera de piso de Kat. Me ha encantado el hecho de la introducción de más personajes para no centrarnos solamente en la relación entre ambos. Diana ha sido un personaje súper divertido de leer y Kenny, al principio no lo tragaba, pero poco a poco me ha ido ganando por completo.



La pluma de la autora me ha vuelto a sorprender. Desde el primer libro que leí de Paula Gallego a este, he notado una evolución en ella enorme. Paula sabe usar perfectamente un lenguaje sencillo y coloquial para crear una historia preciosa cargada de emociones y sentimientos. Sobre todo, me quedo con que me ha sabido transmitir sensaciones con su historia, me ha calado tanto la historia, como sus personajes.



La historia se nos presenta narrada en primera persona por Kat y Erik. En sus 320 páginas encontraremos al principio capítulos que nos sitúan en Viena, para conocer la historia de cómo se conocen nuestros protagonistas y cómo empezó todo. Estos capítulos en Viena están narrados desde el punto de vista de Erik. Alternaran los capítulos en presente, en París, narrados en primera persona por Kat. En todo momento conoceremos los sentimientos y pensamientos de cada protagonista, aunque a medida que avance la historia predominarán los capítulos narrados por Kat en presente.



La extensión del libro es perfecta, no se me ha hecho pesada ni he echado en falta nada. El final es absolutamente perfecto y emotivo y dejará la historia perfectamente cerrada.Los capítulos tienen una extensión adecuada, y sobre todo los primeros capítulos que alterna Viena con París y cambiamos de narrador, se me han pasado volando y han sido sumamente adictivos.

El final es absolutamente perfecto y emotivo y dejará la historia perfectamente cerrada.








En conclusión,13 horas en Viena, es una novela romántica con protagonistas jóvenes que nos hará sentir desde la primera página. Se lee de manera ágil y fluida, conoceremos de primera mano los pensamientos de sus personajes perfectamente diseñados. Una trama muy bien hilada y cargada de sentimientos y emociones. Una novela para leer en todo momento, que te atrapa desde la primera página hasta la última.

Esta novela es mi primer contacto con la autora, y puedo decir que no será la última, pese a que no ha llegado a tocarme del todo la historia, pero me ha dejado muy buen sabor de boca, me ha dado justo lo que necesitaba, desconectar con una historia sencilla pero que gusta. La narrativa de la autora me ha dejado muy sorprendida, me esperaba algo así como con muchas reflexiones y algo lenta de leer, pero para nada, ha sido una lectura que fluía. Por supuesto sin dejar de lado el presentarnos a los personajes, de una forma algo original que os cuento en el siguiente párrafo. Tengo que confesar que no leí la sinopsis, tengo por un error la segunda parte, porque pensaba que era autoconclusivo. Este lo es, pero la autora escribió dos libros más con personajes secundarios de esta novela, lo que hace que yo y mi manía de leer siempre si los personajes aparecen en otro libro, pues me embarqué en esta novela, ahora ya puedo leer tranquila 3 noches en Oslo, y como me imaginé me han quedado muchas ganas de ese personaje secundario, quiero saber más de él.

El libro se narra de una manera sencilla, pero también pasando del pasado al presente, algo que yo no sabía y que me tenía confundida al principio de la novela, pero que después ya me di cuenta, soy un desastre por no leer sinopsis y enterarme antes un poco de la historia. Me ha gustado que cuando estamos con Erik sea en el pasado, y cuando pasamos a Kat sea el presente, después el reencuentro fue muy emocionante y me encantó. Pese a ese error por mi parte del comienzo de no darme cuenta, que fue unos pocos capítulos, hasta ahí llego, el libro se volvió adictivo en algunos aspectos, en otros la verdad es que me ponía un tanto nerviosa. Esa parte que os comento que me ponía algo nerviosa era que Kat no está para nada segura de lo que quiere en las relaciones, no quiere relaciones serias, pero la vuelta de Erik lo trastoca todo. El ir y venir de los protagonistas me ha gustado, lo que no me ha llegado a gustar del todo es que todo se solucionaba de forma rápida para mi gusto, soy demasiado fan de los momentos de tensión amorosa, es lo que más me engancha, así que es algo personal.

Los personajes me han gustado, creo que tenemos lo suficiente de ellos para llegar al corazón del lector o por lo menos sentir empatía por ellos. Erik es un chico bueno, que vive para el deporte que practica y su sueño de ser actor, y para nada da ningún tipo de problema, es de esos personajes tan buenos que dan hasta ternura. Kat me costó algo más empatizar con ella, aunque más por su forma de ser que por otra cosa, pero vamos que no es un personaje de los que se llegan a odiar, al final de la novela me encantó las decisiones que toma respecto a muchos aspectos de su vida y la de Erik, lo que también me gusta de ella es que no es la típica chica sensible, lo demuestra con el deporte que practica, que es el boxeo femenino. A los secundarios la autora les da relativa importancia, sobre todo a dos de ellos, que ya sé que tienen sus propios libros, y me han gustado tanto que sin duda los voy a leer los dos, necesito más de estos personajes, además me anima mucho que ya he leído por ahí que 3 noches en Oslo es incluso mejor que éste, pero que sé que me va a romper por dentro, por eso tengo que dejarlo para un poco más adelante.

En general me ha gustado, no ha sido para mí una gran revelación de lectura ni tampoco es que la historia me haya llegado a agradar del todo por ciertas cosas que comenté, pero desde luego que cumple la función que yo buscaba y es que era la de una lectura sencilla, que me ayudara a desconectar.

Esta novela es una de las últimas novedades de Kiwi Ediciones, una editorial de corte romántico y juvenil. Normalmente no me suelo encaprichar de novelas así, pero en este caso algo me llamó poderosamente, y no fue la autora porque no la conocía de nada así que no sabía qué esperarme realmente. Pero confié en mi instinto y me lancé. Y menos mal, porque además de haberme durado un suspiro, la novela me ha dejado suspirando literalmente. La premisa de la historia es un encuentro de unos días de dos jóvenes en una ciudad que no es la suya, una promesa de amor perfecto que dura unas horas y un adiós obligado cuando se separan sin volver a saber nada el uno del otro. Como imagináis, el tiempo los vuelve a reunir y comienzan los “problemas” que querían ahorrarse con su amor perfecto de unas horas (el típico rollo de una noche, vamos).

La historia tiene muchísimos puntos fuertes. El más evidente es el estilo de la autora: claro, conciso, sin grandes frases grandilocuentes, con expresiones muy cotidianas y unos diálogos que aunque parecen casuales, se nota que están pensados palabra por palabra para que los personajes digan exactamente lo que dictan sus personalidades. Es una narración perfecta para mantener un ritmo de lectura súper ágil, sin muchos párrafos con enormes descripciones salvo las imprescindibles.

Por otra parte, los personajes son el otro logro de Paula Gallego. Cada uno de ellos (incluidos los secundarios) se salta los tópicos pero bien. Olvidaos de los arquetipos de las novelas románticas o new adult de los últimos años (bueno, y de siempre) porque aquí (a continuación no hay spoilers, pero sí algunos destalles que a lo mejor os gusta descubrir por vosotros mismos al leer) la chica no está buscando el amor ni se encariña fácilmente con nada, le encanta el “aquí y ahora” y por el contrario, el chico es el que sufre por amor, el que se niega a olvidar y el que sí cree en el amor para toda la vida. También los personajes secundarios y el trasfondo en el que se desarrolla todo tumba cualquier cliché que podáis tener de otras novelas: por ejemplo, el padre que se queda con su hija a pesar de su juventud siendo la madre la que se marcha, el boxeo y la natación como deportes que practican los protagonistas, o el rodaje de un cortometraje como telón de fondo de toda la trama que une a todos los personajes.

Todos son pequeños elementos que, al menos yo, nunca me había encontrado en otras novelas realistas y que siempre agradezco para que leer no se me haga repetitivo de una novela a otra. Además, la historia en general es una oda al carpe diem, a no pensar en el futuro más de los estrictamente necesario, a vivir el momento disfrutando de las oportunidades que se vayan presentando, etc. La forma en la que los protagonistas llegan a estas lecciones de vida es tan sutil que no nos damos cuenta según pasan las páginas de que nosotros mismos estamos reflexionando sobre ello y lo hace de una manera muy sencilla y amena, sin resultar pedante o recargada.

Sin embargo, hay un par de puntitos que han hecho que la novela no fuera perfecta para mí aunque advierto que es cuestión de mis gustos personales y estos mismos puntos pueden ser precisamente los fuertes para otro lector. En primer lugar, es el hecho de que prácticamente la totalidad de la novela está contada desde el punto de vista de Kat de forma que podemos ver toda su carga emocional a través de la novela, y por el contrario, de Erik sólo podemos ver sus pensamientos cuando tiene 17 años, porque todo lo demás sólo lo podemos deducir de los pensamientos de Kat. Creo que la historia daba una oportunidad buenísima de mostrar en profundidad a ambos personajes y no sólo a la chica, precisamente porque las novelas contadas por la protagonista abundan demasiado y yo me había emocionado al principio cuando creí que podría ver una historia de amor también contada por un chico protagonista (que en novela erótica, por ejemplo, creo que brillan por su ausencia).

El otro punto que me ha despistado de la trama eran las abundantes escenas eróticas. Más que abundantes es que, aunque algunas quedaban muy bien por el tipo escena que se estaba desarrollando, en otros momentos hacían que me desviara de la trama porque realmente no eran importantes para lo que estaba sucediendo en ese momento. Repito que esto es cuestión de gustos porque a mí personalmente lo que menos me interesa de las novelas eróticas son las escenas de sexo precisamente, a no ser que sean imprescindibles para la trama y cuantas más escenas haya de este tipo, más me cuesta continuar la lectura. Pero por supuesto, la carga erótica y de tensión sexual que transmite la autora es casi palpable. Sin rozar en ningún momento la simpleza o limitarse a describir el revolcón que toque, Paula Gallego sabe intercalar perfectamente pensamientos y sentimientos en esos momentos que le dan un toque aún más realista si cabe.

Los que leáis habitualmente el blog, sabréis que no soy de romántica o erótica pura y que siempre que empiezo alguna historia de este estilo, la cojo con pinzas porque no me espero que me vaya a sorprender demasiado. En este caso, me he equivocado por completo desde el principio. Es una historia preciosa, muy emocional y reflexiva, con la que más de uno y de una se sentirá identificado, y que te toca la fibra aunque intentes con todas tus fuerzas simplemente leer sin pensar mucho. Es imposible, la historia te llega al corazoncito y la autora sabe perfectamente cómo: describiendo la realidad del amor, que es irracional.
En definitiva, me alegro muchísimo de haberme obsesionado con esta novela desde que la vi anunciada, porque además de haber podido disfrutar con más lectoras y con la propia autora en una lectura conjunta (en Twitter con el hashtag #LC13horasenviena), he podido descubrir a una joven escritora de la que voy a estar muy pendiente a partir de ahora.
Enlace: http://enmitiempolibro.blogs..

Esta historia está narrada en dos tiempos: pasado y presente.

PASADO

Tanto Erik como Kat compiten en los Juegos Juveniles de Viena, cada uno en una modalidad deportiva diferente. Sus vidas se cruzan fruto de un cómico malentendido y, desde entonces, entablan una amistad que irá tomando forma a lo largo de toda la competición. Poco a poco irá convirtiéndose en algo más y, por mucho que Kat intente obviarlo, acabará sucumbiendo a la tensión que se ha ido acumulando entre ambos. Pronto cada uno seguirá su camino y pasarán a ser sólo un recuerdo. Erik, por su parte, quiere ser mucho más que eso y Kat, en un intento desesperado por alargar lo inevitable, le pide que vivan un romance durante las últimas 13 horas en Viena que les quedan. Después seguirán adelante con sus vidas y todo lo que vivieron será sólo parte de su pasado. Pero, ¿están ambos preparados para aceptar tal sacrificio?

PRESENTE

Tres años después, Kat se encuentra en París compartiendo piso con su mejor amiga y haciendo malabares entre dos trabajos. Mientras tanto, su amigo -con derechos- Max está preparando un cortometraje. Cuando le aceptan el proyecto y le dan el presupuesto pertinente, comienza con la búsqueda de los actores principales. Ya encontrado el personaje masculino cae en la cuenta de que ninguna actriz le convence, hasta que se fija en Kat y le da el papel protagonista. No pasará mucho tiempo hasta que Max se vea obligado a contratar a otro actor para el puesto, pues el anterior no cumple con sus obligaciones. Cuál es la sorpresa de Kat cuando se encuentra frente a su primer amor, aquél con quién pasó 13 horas inolvidables en Viena y del que aún conserva un buen recuerdo. ¿Será capaz de trabajar con él sin que aflore su antigua historia?


Mientras el presente está narrado desde el punto de vista de Kat, el pasado nos lo cuenta Erik. Ésta forma de introducir la historia, además de original, es completamente acertada, pues siempre queda la duda de cómo se siente el otro personaje y le da un cierto tono realista ya que en la vida real tampoco somos plenamente conscientes de los sentimientos de los demás. al respecto también he de decir que me ha faltado más peso a la perspectiva de Erik. El pasado queda relegado al principio del libro y luego es sustituido por completo por el punto de vista de Kat. Me hubiese encantado que Erik nos contara más sobre sus días en Viena y, sobre todo, sobre las 13 horas, ya que son descritas muy por encima. Es un personaje al que se le coge cariño desde el minuto uno y cuando avanzas en la lectura se echa de menos saber cómo está viviendo él la situación. Además en esta novela se rompe con el estereotipo -entre muchos otros- de que la sensibilidad es cosa de mujeres puesto que de nuestros protagonistas, Erik es el que tiene los sentimientos más a flor de piel, mientras que Kat es más distante y rehuye de todo lo que tenga que ver con compromisos emocionales.

Otro aspecto que he disfrutado ha sido que se trata de una relación sana en la que ambos se respetan en todo momento. Y me diréis, ¿esto es necesario recalcarlo? Pues obviamente sí, pues no es tan común encontrar relaciones libres de toxicidad en la literatura juvenil. de ahí mi decisión de mencionarlo como uno de los puntos a favor, junto con la ya mencionada ruptura de estereotipos de género. Además de la relación romántica, los personajes cuidan mucho los unos de los otros a nivel de amistad —Diana y Kat—, entre hermanos —Erik y Kenny—, e incluso entre cuñados —Kat y Kenny—. Este último vínculo es el que menos me esperaba y más me sorprendió gratamente, pues, más allá de su relación con Erik, Kat y Kenny logran entablar una amistad que es una de las más bonitas de la historia.

Otro punto que cabe puntualizar que la autora también visibiliza las enfermedades y no las romantiza sino que las expone tal cual son, además de describir con detalle cómo lo vive la persona y su entorno. Siempre es de agradecer la aparición de este tipo de tramas cuando menos te las esperas.

Por último me queda puntualizar el aspecto que menos me ha gustado del libro y es que uno de los personajes justifica una actitud que debería condenarse desde el minuto uno. Es por eso que considero que en alguna ocasión los personajes pecan de ser demasiado comprensivos cuando deberían haber sido tajantes y dejar claro que hay conductas que no deben ser toleradas bajo ningún concepto. SPOILERS Max, con quien Kat mantenía una relación de amigos con derechos, se pone celoso de Erik y empieza a tratar a Kat con bastante desconsideración. En uno de esos momentos, estando él borracho, la acorrala y empieza a intimidarla verbalmente. En ese momento ella lo para y se enfrenta a él pero más adelante justifica su comportamiento diciendo que sabe que él no es así y que era el alcohol hablando. Me hubiese gustado que se hubiera hecho hincapié en que ninguna actitud de ese estilo debería ser tolerada. FIN DE SPOILERS
Enlace: http://lavidademisilencio.bl..

Siendo totalmente sincera, elegí este libro porque su portada es preciosa y me llamo mucho la atención he de añadir que no leí ni la sinopsis, simplemente me use a leerlo por la portada; sé que suena un poco superficial, pero a mí los libros con portadas bonitas me pierden, no tengo remedio lo sé.

Este libro nos cuenta la historia de Kat y Erik. Se conocieron en los Juegos Juveniles de Viena y desde el principio se produce una conexión entre ellos, pero ninguno quiere estropear la amistad que se ha formado y además cuando acaben los Juegos cada uno se irá a su casa y no se volverán a ver. Pero en su última noche deciden pasar juntos sus últimas 13 horas en Viena como si fuera una relación perfecta y guardarlo como un bonito recuerdo de lo que ocurrió entre ellos.
Sin embargo, por cuestiones del destino, se vuelven a encontrar 3 años después en París, donde ambos serán los protagonistas del rodaje de un corto romántico.

La historia al principio intercala capítulos de cómo se conocieron en Viena (narrados por Erik), con capítulos de la actualidad y vemos cómo se desarrolla la relación entre ambos personajes (narrado desde el punto de vista de Kat); cosa que me ha gustado bastante porque así tenemos una perspectiva mucho más amplia.

En cuanto a los personajes, tienen bastante profundidad y un carácter muy fuerte y muy bien definido. Tenemos a Kat, voz principal de la novela, es una persona que tiene reparos a la hora de enamorarse porque no quiere que le hagan daño y por otro lado nos encontramos con Erik quien es un chico de lo más decidido, que lucha por lo que quiere.

En cuanto a los secundarios nos encontramos con Diana (mejor amiga y compi de piso de Kat), Max (amigo de Kat y director del corto), Nicole (pareja de Diana) y Kenny (hermano mayor de Erik). al principio Max no fue para nada de mi agrado, pero con el paso de las páginas me dejo de caer mal, pero sin más. Y Kenny fue uno de mis personajes favoritos, simplemente me conquistó.

El desarrollo de la historia de amor, en mi opinión ha sido bonito, bastante creíble y como ocurre en todas las parejas con sus tiras y aflojas y alguno que otro momento agridulce. Aunque es una novela con una trama bastante sencilla y sin grandes giros argumentales o drama en exceso como ocurre en la mayoría de las novelas románticas, a mí me ha resultado una novela fresca y me ha enganchado desde el principio (además necesitaba algo así ya que mi lectura anterior fue una trilogía con mucha trama y necesitaba algo rápido de leer y fresco).

Y el final, ¡OH QUE FINAL!, Qué bonito, que dulce y que todo, vamos que mueres de amor, eso sí, siento un poco de curiosidad por saber que pasa después con Kat y Erik, me he quedado con ganas de más.

En conclusión, 13 horas en Viena es una novela romántica, que es bastante ligera y me enganchó desde el principio. Con una historia de lo más tierna y con unos personajes bien construidos. Debo añadir que la forma de escribir de la autora me ha gustado bastante y sin duda volveré a repetir con nuevas novelas suyas.